El éxito de la campaña rusa en Mongolia propició las aspiraciones de ese país de independizarse de la China imperial.

Un artículo publicado en el diario ruso Sputnik, por el periodista Denis Lukyanov, nos relata las intenciones explícitas por parte de las autoridades de Mongolia, con el apoyo de la mayoría de la población de ese país asiático, en convertirse a partir del 1921, en una república más del naciente Estado socialista de la URSS.

En su reporte histórico, Lukyanov comenta que a principios del siglo XX, los territorios de Mongolia estaban bajo el control de China, bajo status de autonomía, durante la dinastía Qing, a pesar de que en 1911 los mongoles declararon su independencia del imperio chino, hasta 1921 siguieron sometidos bajo esa condición.

Las relaciones entre Rusia y Mongolia tienen un pasado cercano, pués son conocidas las incursiones de las tribus mongolas en el territorio del imperio ruso, ello se toma como base para entender el por qué de ese sentimiento afin entre rusos y mongoles, y la percepción que del imperio de China se tenía en el seno del pueblo mongolés.

la autoproclamada independencia de la República de Mongolia del Imperio chino le favoreció el status de protectorado del Imperio de Rusia, sin embargo, ese Estado no era reconocido, por lo tanto, desde Pekín continuaban considerando a Mongolia como parte de su territorio, y en 1919 las unidades militares chinas eliminaron la autonomía mongola.

Lukyanov narra en su artículo que en Octubre de 1920, una delegación mongola llegó a la Rusia socialista soviética, para pedir el apoyo de los comunistas bolcheviques para apoyarles en su lucha por independizarse de China, sin embargo, las autoridades soviéticas en ese entonces se negaron a satisfacer ese pedido de los representantes de Mongolia.

Según el periodista ruso, la razón principal de la negativa de la Rusia soviética de 1920 para apoyar a Mongolia en ese empeño, es que le consideraba como «un puente para «la exportación de la revolución socialista mundial a China», y después al resto de Asia. 

Sin embargo, para 1921, la actitud de las autoridades soviéticas con respecto a este tema cambió moderadamente, y aunque Rusia se encontraba en plena crisis política debido a la Guerra Civil rusa, la cuál el Ejército Rojo estaba ganando, trás petición del monarca mongol Bogd Khan, en 1921 la División Asiática de Caballería, liderada por el comandante Román von Ungern-Sternberg, ayudó a los mongoles a expulsar a los chinos del territorio de Mongolia.

El éxito de la campaña rusa en Mongolia propició las aspiraciones de ese país de independizarse de la China imperial, un acontecimiento que el periodista ruso, Lukyanov resalta como efecto importante de la orientación emocional de los mongoles hacia Rusia.

El 26 de noviembre de 1924 se proclamó la República Popular de Mongolia, un Estado socialista estrechamente orientado hacia la Unión Soviética.

No obstante, a pesar de que la URSS fue cautelosa en sus relaciones con este nuevo Estado socialista debido a la interacción con China, lo cierto es que ambos países desarrollaron unas relaciones bilaterales muy estrechas, tanto en lo económico, político y social, una condición que propició la tentativa de este estado en convertirse en la república número 17 en integrar la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Lukyanov resalta en su escrito que la URSS llegó a estar compuesta por «un número variado de repúblicas constituyentes que osciló entre 4 y 16», y cuyo número máximo fue de 16, que incluyó a la República Soviética Socialista de Carelo-Finesa, cuya existencia se ubicó entre 1940 y 1956.

En 1921, otro terrirorio asiático que formó una parte de la China imperial de la dinastía Qing, formó la República de Tannu Tuvá, cuyo teritorio en el pasado se encontraba bajo el protectorado del Imperio ruso, y que luego también fue considerado parte de Mongolia.

La República de Tannu Tuvá existió hasta 1944, cuando fue incorporada voluntariamente como parte de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia.

A partir de 1954, luego de la Segunda Guerra Mundial, las aspiraciones de Mongolia en convertirse parte de la URSS cobraron fuerza, y en 1956, el líder de Mongolia, Yunjaagiin Tsedenbal, solicitó oficialmente en reiteradas ocasiones, que su país fuése incorporado como una de las repúblicas constituyentes de la URSS, no obstante, Moscú no consideró adecuado conceder ese estatuto a su vecino país socialista en Asia central.

Como dato importante, Lukyano destaca en su reporte que el propio Partido Revolucionario del Pueblo de Mongolia que gobernó ese país hasta 1990, se negó igualmenete a considerar la idea de la integración a la Unión Soviética.

No obstante, el periodista establece el hecho de que en la práctica, la negativa de la URSS aconsiderar a Monglia como una de sus repúblicas, no modificó en lo más mínimo las estrechas relaciones entre ambos países, y dentro de las cuáles, el país asiático gozaba de muchos beneficios que emanaban de la URSS al igual que cualquier otra república en su territorio.

Denis Lukyanov, nos reseña al finalizar su artículo, que «hoy en día, Mongolia se parece a una ex-república de la URSS. Ulán Bator es una típica ciudad postsoviética. Además, allí muchas personas estudian el idioma ruso en las escuelas y lo hablan perfectamente. Igual que en muchas repúblicas de Asia Central el principal alfabeto que se usa para escribir en el idioma oficial, en este caso, el mongol, es cirílico. En ese país asiático hay muchos monumentos hechos al estilo soviético. En pocas palabras, Mongolia se parece mucho a la URSS», manifestó.

23131cookie-checkEste país quería ser la república socialista soviética número 17 pero ní la URSS ni China se lo permitieron

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