El cinturón de asteroides principal y el cinturón de Kuiper son dos cosas diferentes. El cinturón de Kuiper es similar al cinturón de asteroides, pero es unas 20 veces más ancho y entre 20 y 200 veces más masivo.

Según explican los científicos, para entender el por qué desaparecieron los dinoasurios debemos comenzar con el hecho de que éstos no se extinguieron categóricamente debido a la caída de un asteroide, sino que, 10 millones de años antes de que cayera el meteorito que dejó el cráter de Chicxulub, en México, se produjo un enfriamiento en la Tierra.

Ese fenómeno ocasionó que las plantas se volvieron escasas en toda la superficie terrestre, provocando a su vez, que los herbívoros comenzaron a extinguirse. Después de ellos, los depredadores también se extinguieron, lo que condujo a la destrucción de ecosistemas enteros. El meteorito caído solo puso fin a la era de los dinosaurios ya debilitados, dicen los especialistas.

Sin embargo, es un hecho que el meteorito y vino de alguna parte. A ese cuerpo celeste se le denominó «cuerpo celeste oscuro». ¿Por qué?.

Hace 66 millones de años, un asteroide de 9,6 kilómetros de diámetro se estrelló contra la Tierra. Su caída «acabó» con ecosistemas que ya estaban sufriendo. Científicos estadounidenses han descubierto que se trata de un asteroide oscuro que llegó desde las lejanas fronteras del principal cinturón de asteroides del sistema solar, que se encuentra entre Marte y Júpiter.

El cinturón de asteroides principal y el cinturón de Kuiper son dos cosas diferentes. El cinturón de Kuiper es similar al cinturón de asteroides, pero es unas 20 veces más ancho y entre 20 y 200 veces más masivo.

El cinturón principal de asteroides alberga muchos otros asteroides oscuros. El ominoso nombre que recibieron debido a la composición química, por lo que aparecen de color negro. Estos asteroides reflejan muy poca luz en comparación con otros tipos de objetos similares.

Los científicos han encontrado pistas en el cráter Chicxulub en la Península de Yucatán en México. El análisis geoquímico mostró que el asteroide pertenecía a la clase de condritas carbonáceas, un grupo primitivo de cuerpos celestes con un contenido de carbono relativamente alto.

Los expertos creen que tales asteroides y meteoritos aparecieron cuando el sistema solar apenas comenzaba a formarse. El equipo de la NASA usó su supercomputadora Pleaides y examinó 130 000 modelos de asteroides que han evolucionado durante cientos de millones de años.

Resultó, que asteroides de hasta 10 km de tamaño como el que dejó atrás el cráter de Chicxulub y aceleró la extinción de los dinosaurios, llegan a la Tierra cada 250 millones de años. Esto es cinco veces más común de lo que pensábamos anteriormente.

Los investigadores calcularon que la probabilidad de que el próximo gran cuerpo celeste vuele hacia nosotros desde el cinturón principal de asteroides es del 60 por ciento.

10 mil millones de bombas atómicas produjo el impacto en la Tierra del meteorito que mató a los dinosaurios.

Desde hace varios años, los científicos han estado explorando el cráter Chicxulub en la península de Yucatán en México. Según se cree, un meteorito gigante cayó allí hace 66 millones de años, poniendo fin a la era de los dinosaurios.

Básicamente, los investigadores se dividen en dos campos: los que se adhieren a la teoría de la extinción gradual y los que se inclinan a considerar una catástrofe repentina, como la caída de un meteorito o una erupción volcánica, como explicación.

La fuerza del impacto del meteorito se equiparó al impacto de 10 mil millones de bombas atómicas que destruyeron Hiroshima. Trozos de carbón, varias rocas y rocas ricas en azufre encontradas en el cráter han permitido a los científicos de la Universidad de Texas aprender un poco más sobre el ‘Día de la Extinción de los Dinosaurios’, cuya historia solo ha estado plagada de suposiciones.

Los líderes del estudio, el profesor Sean Gulik de la Universidad de Texas y la profesora Joanna Morgan del Imperial College London, recuperaron muestras hasta 1.300 metros bajo el lecho marino. Como resultado de la investigación, se estima que el impacto del meteorito provocó un incendio a miles de kilómetros y un tsunami gigante de 90 metros de altura.

El agua de mar arrastró carbón, piedras y tierra de regreso al cráter a gran velocidad. Al mismo tiempo, se arrojó tanto azufre a la atmósfera que bloqueó la luz del sol, señalan los expertos.

Uno de los hallazgos más importantes del estudio es que, aunque las rocas que rodean el cráter eran ricas en azufre, los científicos no encontraron depósitos de azufre en el núcleo del cráter, con lo cuál, se llegó a la conclusión de que el impacto del asteroide evaporó los minerales que contenían azufre y los liberó a la atmósfera en una cantidad de aproximadamente 325 mil millones de toneladas, por lo que el clima en el planeta comenzó a cambiar rápidamente.

«Primero se freían y luego se congelaban. No todos los dinosaurios murieron ese día, pero sí muchos», concluyó el profesor Sean Gulick, de la Universidad de Texas, en el estudio que fue publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Según los científicos, a fin de cuentas fue el enfriamiento global lo que finalmente inició la «extinción masiva» y condujo al final de la era Mesozoica y la muerte de los dinosaurios. Algunos de ellos se ahogaron, otros fueron quemados vivos y muchos murieron de hambre después del desastre, señala el texto.

Por otro lado, científicos de la Universidad McGill analizaron muestras del oeste de Canadá y probaron su teoría. Los resultados del estudio se publicaron en la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology.

Para comprender cómo la extinción masiva y el cambio climático asociado afectaron ecosistemas específicos, el equipo de científicos de McGill analizó restos microscópicos de plantas de ese período encontrados en sedimentos de ríos en el sur de Saskatchewan, una provincia en el centro-sur de Canadá.

Los resultados de su estudio mostraron que las comunidades de plantas y los paleoecosistemas han sufrido cambios significativos en esta área. El número de plantas acuáticas ha disminuido significativamente, mientras que el número de plantas terrestres, incluidos árboles como el abedul y el olmo, por el contrario, ha aumentado.

Los investigadores sugieren que el aumento en el número de plantas terrestres se debió a la extinción de grandes especies de dinosaurios herbívoros. También resaltan haber encontrado cambios en los patrones de precipitaciones durante la extinción: eran escasas y se acumularon durante un breve periodo de tiempo.

“Muchos científicos predijeron que con el calentamiento global, los cambios en las precipitaciones afectarían en gran medida a las personas y los ecosistemas”“En otros períodos de grandes cambios climáticos en la historia de la Tierra, encontramos evidencia de tales cambios. La ausencia de tal señal durante la extinción masiva más reciente es muy intrigante”, explica Peter Douglas, autor del estudio.

Douglas agrega que “sorprendentemente, los científicos saben más sobre lo que sucedió en los océanos al final de la extinción del Cretácico que sobre la tierra. Al aclarar los cambios ecológicos de este período, hemos acotado los factores que pueden haber llevado a la extinción de los dinosaurios. También podemos establecer analogías con los cambios ambientales que la actividad humana está provocando en la actualidad”, destacó en el texto.

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116580cookie-checkLos científicos ya saben de donde vino el «asteroide oscuro» que mató a los dinosaurios

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