Como resultado del estudio, ratones envejecidos y ciegos lograron recuperar la vista y desarrollaron cerebros más jóvenes e inteligentes.

En un trabajo de 13 años de desarrollo y que fue publicado esta semana en la revista Cell, se describe como científicos de la Universidad de Harvard (EEUU) han alcanzado un hito clave en el conocimiento de como revertir el envejecimiento luego de una serie de experimentos con ratones de laboratorio. 

Los experimentos muestran que el envejecimiento es un proceso reversible, capaz de ser impulsado «hacia adelante y hacia atrás a voluntad», dijo el experto en antienvejecimiento David Sinclair, profesor de genética en el Instituto Blavatnik de la Facultad de Medicina de Harvard y codirector del Centro Paul F. Glenn. para la Biología de la Investigación del Envejecimiento.

En el estudio, el profesor de genética David Sinclair y su equipo dan cuenta de que no solo pueden manipular la vejez de los roedores en un periodo de tiempo acelerado, sino que también pueden revertir los efectos de tal proceso y restaurar algunos de los signos biológicos de juventud en los animales.

«Nuestros cuerpos tienen una copia de respaldo de nuestra juventud que puede activarse para regenerarse», dijo Sinclair. “No es basura, no es daño lo que nos hace envejecer”, destacó.

Si bien a menudo se asume que el envejecimiento es el resultado de mutaciones genéticas que hacen que nuestros cuerpos se deterioren y mueran, Sinclair cree que ese no es el caso. Según los especialistas, por primera vez quedó demostrado la degradación en la forma en que se organiza y regula el ADN, conocida como epigenética, puede provocar el envejecimiento en un organismo, independientemente de los cambios en el código genético en sí. 

Sinclair ha propuesto durante mucho tiempo que el envejecimiento es el resultado de la pérdida de instrucciones críticas que las células necesitan para seguir funcionando, en lo que él llama la «Teoría de la Información del Envejecimiento».

“Creemos que es una pérdida de información, una pérdida en la capacidad de la célula para leer su ADN original, por lo que olvida cómo funcionar, de la misma manera que una computadora vieja puede desarrollar software corrupto. Yo lo llamo la teoría de la información del envejecimiento”, puntualizó el experto.

En aras de comprobar su hipótesis, los científicos imitaron los efectos del envejecimiento en el epigenoma mediante la introducción de rupturas en el ADN de ratones jóvenes. Una vez ‘envejecidos’ de esta manera, en cuestión de semanas se observó que los animales comenzaron a mostrar signos de edad avanzada: pelaje gris, peso corporal más bajo a pesar de una dieta inalterada, actividad reducida y mayor fragilidad.

Después de eso, los investigadores les dieron a los ratones una terapia génica que revirtió los cambios epigenéticos causados por las rupturas de ADN. Como resultado, ratones envejecidos y ciegos lograron recuperar la vista y desarrollaron cerebros más jóvenes e inteligentes.

«Es como reiniciar una computadora que no funciona correctamente». «Este trabajo respalda la hipótesis de que las células de los mamíferos mantienen una especie de copia de seguridad del ‘software’ epigenético que, cuando se accede a ella, puede permitir que una célula envejecida y revuelta epigenéticamente se reinicie a un estado saludable y juvenil», manifestó Sinclair.

Jae-Hyun Yang, investigador de genética en el Laboratorio Sinclair y coautor del artículo, dijo que espera que los hallazgos «transformen la forma en que vemos el proceso de envejecimiento y la forma en que abordamos el tratamiento de enfermedades asociadas con el envejecimiento».

Mientras que el ADN puede verse como el hardware del cuerpo, el epigenoma es el software. Los epigenes son proteínas y sustancias químicas que se asientan como pecas en cada gen, esperando decirle al gen «qué hacer, dónde hacerlo y cuándo hacerlo», según el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano.

«El epigenoma literalmente enciende y apaga los genes. Ese proceso puede desencadenarse por la contaminación, las toxinas ambientales y los comportamientos humanos, como fumar, comer una dieta inflamatoria o sufrir una falta crónica de sueño. Y al igual que una computadora, el proceso celular se corrompe a medida que se rompe o daña más ADN», explicó Sinclair.

“La célula entra en pánico y las proteínas que normalmente controlarían los genes se distraen al tener que ir a reparar el ADN”. “Entonces no todos encuentran el camino de regreso a donde comenzaron, por lo que con el tiempo es como un partido de ping-pong, donde las pelotas terminan por todo el piso”, agregó. En otras palabras, las piezas celulares pierden el camino a casa, como una persona con Alzheimer.

“El hallazgo sorprendente es que hay una copia de respaldo del software en el cuerpo que puede restablecer”. “Estamos mostrando por qué ese software se corrompe y cómo podemos reiniciar el sistema tocando un interruptor de reinicio que restaura la capacidad de la célula para leer el genoma correctamente nuevamente, como si fuera joven”, dijo Sinclair.

«No importa si el cuerpo tiene 50 o 75 años, está sano o está atormentado por una enfermedad. Una vez que se ha desencadenado ese proceso, el cuerpo entonces recordará cómo regenerarse y volverá a ser joven, incluso si ya eres viejo y tienes una enfermedad. Ahora, qué es ese software, aún no lo sabemos. En este punto, solo sabemos que podemos activar el interruptor”, señaló.

La búsqueda del interruptor comenzó cuando Sinclair era estudiante de posgrado y formaba parte de un equipo del Instituto Tecnológico de Massachusetts que descubrió la existencia de genes para controlar el envejecimiento en la levadura. Ese gen existe en todas las criaturas, por lo que debería haber una manera de hacer lo mismo en las personas, indicó el experto.

169000cookie-checkUna cura real contra el envejecimiento está cerca. Científicos logran convertir ratón de laboratorio viejo a joven

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