El pasado 5 de junio, las autoridades de Bulgaria, Montenegro y Macedonia del Norte se negaron a permitir que el avión en el que viajaba el encargado de la diplomacia rusa pasara por su espacio aéreo con destino a una visita a Belgrado.
El primer ministro de Croacia, Andrej Plenkovic, manifestó el lunes que Serbia debe determinar si quiere estar con Rusia o con la Unión Europea, a tono con la decisión adoptada el pasado 5 de junio, por tres países vecinos de Serbia, Bulgaria, Macedonia de Norte y Montenegro, que cerraron su espacio aéreo al avión en que viajaba el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, que provocó la cancelación de su visita a Belgrado.
«Serbia, como cualquier otro país en esas circunstancias, debe prestar mucha atención al elegir a qué bando apoya. Si tiene la ambición de entrar en la UE (Unión Europea), debe determinar dónde está. No es un momento para soplar y sorber al mismo tiempo», afirmó Plenkovic.
En tal sentido, en su discurso trasmitido en la televisión nacional el lunes, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, declaró que no está sorprendido por las acciones de varios países dirigidas a interrumpir una visita del ministro de Relaciones Exteriores ruso a su país, pero destacó que está «atónito por la intensidad de la histeria».
«No me sorprende, estaban surgiendo dificultades. Esto no fue una gran sorpresa, lo hemos estado observando día tras día», «lo que estoy es sorprendido por la escala de histeria en torno a Serbia». «Estaban exigiendo que nos convirtiéramos en parte de una mafia», señaló Vucic, y argumentó que como preparación de la visita, un número sin precedentes de reporteros extranjeros llegó a la república para «tomar una foto de Vucic y Lavrov».
“No se atreven a decirle una palabra a Rusia, por lo que decidieron intimidar a la pequeña Serbia”, enfatizó el mandatario. Agregó «Rusia es tradicionalmente amiga de Serbia. ¿Qué, se supone que debemos excluir a Dostoievski y Chaikovski de los programas? No queremos ser parte de la mafia que condena a Dostoievski. Muéstrame quién es más grande que Dostoievski en todo el mundo», subrayó Vucic.
En un comunicado tras la reunión del presidente serbio y el embajador ruso en Serbia, Alexander Botson-Kharchenko, el servicio de prensa del líder serbio dijo que Vucic «expresó su descontento con las circunstancias que impidieron la llegada del canciller ruso Lavrov. Dijo que Serbia, contra viento y marea, defendería su independencia y autonomía en la toma de decisiones políticas, continuaría su camino europeo manteniendo las tradicionales relaciones amistosas y de asociación con países de todos los continentes, y continuaría observando la neutralidad militar».
Nadie arruinará las relaciones entre Rusia y Serbia, dice Lavrov.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dijo en una conferencia de prensa en línea sobre temas esenciales de la agenda internacional, que nadie arruinará las relaciones entre Rusia y Serbia.
«Sé que habrá muchas explicaciones que aún no hemos escuchado. Los países que se negaron a permitir que el avión ruso (volara a Serbia), dirán que fueron ordenados por la Unión Europea y la OTAN, que a su vez dirá que esos países tomaron decisiones independientes, pero usted es perfectamente consciente de todo esto. Lo principal es que nadie logrará arruinar nuestras relaciones con Serbia”, remarcó el máximo diplomático de Rusia.
El ministro dijo que su interrumpida visita a Serbia «previó una serie de reuniones muy útiles y oportunas» con Selkovic, el presidente serbio Aleksandar Vucic y el presidente de la Asamblea Nacional de la República de Serbia, Ivica Dacic.
En ese orden, Lavrov dijo el lunes que su país invitó al ministro de Relaciones Exteriores de Serbia, Nikola Selakovic, a realizar una visita oficial a Rusia en el futuro inmediato y expresó su esperanza de que la Unión Europea no obstaculice esta visita.
«Hemos invitado a Nikola Selakovic, el ministro de Relaciones Exteriores de Serbia, a realizar una visita oficial a Rusia en el futuro inmediato». «Espero que su vuelo, ya sea regular o especial, no sea objeto de un castigo vergonzoso por parte de Bruselas, que junto con sus clientes prácticamente perdieron el sentido de las normas de la decencia», expresó el alto diplomático ruso.