El ejército de los Estados Unidos anunció una competencia internacional para diseñar una prometedora arma autopropulsada.
Un hecho que ocurre con poca frecuencia a tenido lugar en EEUU, cuando el Pentágono ha decidido lanzar una competencia a nivel internacional con el objetivo de diseñar una nueva prometedora arma autopropulsada, dada su determinación de reemplazar los obuses de seguimiento M109 Palladin obsoletos por obuses con ruedas, informa la agencia de prensa rusa Ria Novosti.
En ese sentido, compañías de armamentísticas de Europa, África y Asia están participando en la competencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos por el diseño de un nuevo obús móvil de 155 mm, con ruedas del SPG, las cuáles deberán presentarán sus productos para pruebas comparativas y pruebas de cocción a principios del 2021. Curiosamente.
Según los requisitos del certamen, el Pentágono estaría necesitando un obús móvil, que sea tenaz y poderoso, con una alta velocidad de disparo, de ahí que todas las muestras de la competencia deben estar equipadas con sistemas de carga automáticos o semiautomáticos, y su tiempo de transición desde la posición de viaje a la posición de combate debe reducirse al mínimo.
La movilidad de los nuevos obus que logren aprobarse es otro de los parámetros importantes que busca el Departamento de Defensa de EEUU, ya que esa condicón permitiría una retirada rápida de la posición de disparo para evitar las represalias del enemigo.
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En respuesta a esas necesidades del Ejército norteamericano, los militares israelíes están ofreciendo la instalación ATMOS, un cañón de 155 mm en un chasis con ruedas de tres o cuatro ejes, y con un alcance efectivo del fuego de 40 kilómetros, su velocidad autónoma es de hasta 80 kilómetros por hora, sin embargo, el arma se carga manualmente, una particularidad que afecta la velocidad de disparo en dependencia de la rapidez de los operarios, unos 4 o 9 disparos por minuto.
No obstante, desde Israel aseguran que la instalación ATMOS es utilizada por las Fuerzas de Defensa de ese país, y afirman ha demostrado su eficacia en operaciones de combate.
Por otra parte, el diario ruso destaca que la empresa británica BAE Systems quiere efectuar la venta de su ACS con ruedas Archer a los estadounidenses, del cuál destaca su punto fuerte en la automatización total del rodaje.
Los operarios del ACS manipulan el arma desde una cabina blindada y todas las operaciones pueden ser realizadas por una sola persona, para sus creadores, esa arma autopropulsada es capaz de participar en la batalla en solo 30 segundos después de recibir la orden de abrir fuego, con cargas de municiones de 21 cartuchos.
Los estándar de la ACS inglesa vuelan 40 kilómetros, y los de alta precisión pueden alcanzar un objetivo a una distancia de más de 50 kilómetros, sin embargo, Ria Novosti resalta en su reporte que los propios británicos no tienen prisa por comprar estos cañones autopropulsados que, hasta ahora, solo Suecia ha pedido varias docenas.
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Países como Serbia, Eslovaquia, Francia, Sudáfrica y Corea del Sur han acudido al llamado de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, en ese orden, los serbios están dispuestos a presentar su propio diseño: el obús NORA B-52, un cañón D-20 soviético modificado de 152 mm de mediados de la década de 1940.
Ese modelo creado en la URSS estaba equipado con un cargador automático y colocado sobre una plataforma con ruedas, con una transición a la posición de disparo de aproximadamente un minuto, su velocidad de disparo es de 6 a 12 disparos por minuto, y con un alcance de unos 40 kilómetros.
Actualmente, el Ejército de EEUU tiene bajo operaciones en todo el mundo sus obsoletos obuses M109 Palladin, unas armas autopropulsadas que se adoptaron a principios de la década de 1960, y ahora lograron volverse bastante desactualizadas.
A pesar de las numerosas actualizaciones que ha recibido su sistema operativo, lo cierto es que al día de hoy las características de esa máquina de combate estadounidense se ha quedado muy por detrás de sus homólogos extranjeros, según los expertos militares, Estados Unidos estaría sufriendo de una fase en la cuál se estaría quedando sin ideas para crear nuevas armas en pleno siglo XXI.
