La Cancillería rusa califica la decisión del Tribunal Constitucional de Moldavia como «lamentable» y decepcionante.
El Tribunal Constitucional de Moldavia decidió esta semana privar al idioma ruso del estatus especial de idioma de comunicación interétnica en esa república ex-soviética, una medida que en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia se consideró como una infracción de los derechos de la población de habla rusa en ese territorio.
Maria Zajárova, portavoz oficial de Exteriores ruso, indicó en conferencia de prensa que el veredicto es «profundamente lamentable», resaltando que es un paso que «no puede dejar de decepcionar» en correspondencia con las declaraciones que en noviembre pasado, la actual presidenta de Moldavia, la derechista, nacionalista y proeuropea, Maia Sandu, prometió hacer todo lo que estuviese en su poder en caso de su victoria para que se garantice la permanenencia del estatus del idioma ruso.
“Ella instó a no creer las ‘historias de terror’ de que después de su elección se violarían los derechos de la población de habla rusa a estudiar y presentar solicitudes a las agencias gubernamentales en su lengua materna. Menos de un mes después de su toma de posesión, estas promesas fueron violadas”, remarcó Zajárova.
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La vocera de la diplomacia rusa destacó que «la cuestión de la situación del idioma ruso es de gran importancia tanto para la preservación de la armonía interétnica en la sociedad moldava como en el contexto del asentamiento de transnistria».
En su reacción, el antecesor de Sandu en el cargo, y líder del Partido Socialista de Moldavia, Igor Dodon, condenó la decisión del Tribunal Constitucional de la república, señalando que “Moldavia es un país multinacional”, calificando la resolución como “ilegal e inconstitucional”, durante una transmisión en vivo en YouTube. comenzando su discurso en ruso, lo cuál destacó que lo hacía en protesta contra la decisión tomada por el tribunal, y para apoyar a la población de habla rusa de su país.
Dodón recordó que esta decisión se asemeja a los hechos ocurridos en el país a principios de los años noventa, luego de la disolución de la URSS, cuando una Moldavia independiente enfrentó un aumento de los sentimientos nacionalistas, de lo que remarcó, aprendieron en el país con sabiduría política y se acordó preservar el unidad del país dejando a un lado las cuestiones nacionalistas, estableciendose el idioma ruso como lengua de «comunicación interétnica».
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El líder socialista moldavo indicó que la decisión adoptada por la Corte Constitucional del país «es una tendencia muy peligrosa» que «tendrá consecuencias muy graves”, asegurando que el Partido Socialista registrará ante el Parlamento un nuevo proyecto de ley sobre este tema, que se someterá a votación previsiblemente en la primera sesión del legislativo, el 4 y 5 de febrero próximo, «insistiremos en que se adopte esta ley”, recalcó el exmandatario modalvo.
Aunque los expertos ponen en duda que la propuesta de ley sobre el idioma ruso tenga éxito en el Parlamento de Moldavia, si concuerdan en afirmar que la resolución del Tribunal Constitucional puede generar una nueva ronda de tensión y una mayor división política en el país.
