Las autoridades polacas se pronuncian a favor de imponer nuevas sanciones de la UE contra Rusia, incluyendo al proyecto Nord Stream 2.
La detención y puesta en prisión en Rusia del opositor al gobierno de Vladimir Putin, Alexéi Navalny, sentenciado a 3 años de cárcel por delitos de corrupción, a suscitado en Occidente, y especialmente en la Unión Europea, la reación de varios países que, incluyendo a Polonia y la República Checa, se posicionan en una actitud más dura en torno a las relaciones del bloque comunitario con el país euroasiático.
Es así que el embajador de Rusia en Praga, capital de la república Checa, Alexandr Zmeevski, fue citado al Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país centro europeo, en relación con la puesta en vigor de la sentencia judicial por el caso del opositor ruso Alexéi Navalni.
«El Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Checa citó al embajador ruso Alexandr Zmeevski, el vicecanciller Ales Chmelar protestó contra la decisión judicial contra Alexéi Navalni, que consideramos políticamente motivada, así como contra las brutales acciones de la Policía contra manifestantes pacíficos», destaca el comunicado de Exteriores checo, que además, exige a Rusia, «liberar de inmediato a Navalni».
En Polonia por su parte, el encargado de la oficina presidencial polaca, Krzysztof Szczerski, mostró una postura más dura con las autoridades de Moscú, al promover dentro de la Unión Europea la imposición de nuevas sanciones del bloque contra Rusia, y que estas sean extendidas contra el proyecto Nord Stream 2, de suministros del gas ruso a los países de la UE.
Szczerski destacó a la prensa que «cualquier actividad de la Unión Europea en las relaciones con Rusia debe tener como único objetivo la liberación de Alexéi Navalni y las acciones para respetar los derechos humanos y las libertades democráticas en Rusia».
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El político polaco resaltó que es necesario adoptar «un paquete de sanciones que no debe tener un carácter simbólico, sino que realmente demuestre el desacuerdo euroatlántico con la política rusa», remarcó.
Entre tanto, desde Rusia, el ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Serguéi Lavrov, destacó en conferencia de prensa que «Occidente se pasa de la raya en su histerismo por la situación de Alexéi Navalni», anunciando al mismo tiempo que envió un vídeo con imágenes de la violencia contra manifestantes en países occidentales al encargado de la diplomacia europea, Josep Borrell, en vistas a su programada visita a Rusia en esta semana.
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«En cuanto a la manera de Occidente de cubrir los sucesos en Rusia, no solo por Navalni sino en general, cualquier cosa que suceda aquí, Occidente la cubre de manera bastante específica, unilateral, diría yo; el histerismo que hemos escuchado en relación con el proceso judicial sobre el caso de Navalni, se pasa de la raya», remarcó el diplomático ruso durante una conferencia de prensa trs reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Ayman Safadi.
Serguéi Lavrov insistió a los periodista en mostrar el doble standard conque los medios occidentales operan, cuando cubren las manifestaciones rusas «muestran solo las acciones de la policía, mientras la cobertura de las protestas en sus países se enfoca en los disturbios y la ‘crueldad de los manifestantes'», algo que destacó. «impide obtener una imagen completa de lo que está sucediendo».
«Necesitan cualquier pretexto. Si no hay, se lo inventan o lo crean. Es la táctica que usaron en 2020, 2016 y 2011, esa política de contención lleva ya muchos años y vemos que usan cualquier argumento», destacó por su parte, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, quién además subrayó, «a esos países no les interesa la realidad, no les interesa profundizar en el asunto ni tampoco comprender lo que realmente sucede».
