La Cancillería argentina informó que la retirada del país de esa agrupación política ha sido determinda ya que las acciones en busca de aislar «al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada».
Este miércoles, Argentina formalizó su salida del autodenominado «Grupo de Lima», una asociación de países de la región que son gobernados por las derechas y que nació tras la denominada Declaración de Lima, en agosto de 2017 en Perú, y que además, dentro del seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), se han unido para no reconocer la legitimidad del gobierno bolivariano y chavista en Venezuela, y en especial a Nicolás Maduro, como su presidente.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, por medio de un comunicado dió a conocer que la determinación de la retirada de essa agrupación política había sido tomada al considerar que «las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada», indica el texto.
En ese sentido, la Cancillería argentina destaca que en la conformación de ese grupo de países, ha tenido un papel destacado la participación de un sector de la oposición venezolana, que ha conducido a que el Grupo de Lima adopte posiciones políticas que Argentina «no ha podido ni puede acompañar», enfatizó el ministerio.
«Las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela y a sus autoridades, así como los intentos de desestabilización ocurridos en 2020, no han hecho más que agravar la situación de su población y, en particular, la de sus sectores más vulnerables», destaca el texto emitido hoy por Relaciones Exteriores de Argentina, remarcando que todas esas acciones han contado con el apoyo del Grupo.
En ese sentido, la Cancillería argentina llama al Grupo de Lima, en su objetivo fundacional de «ayudar a los venezolanos», a que facilite esa acción impulsando un diálogo que sea inclusivo y que no favorezca a ningún sector en particular, «pero si a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional», reza el comunicado.
«Un diálogo que sin duda se vería enriquecido con voces provenientes de los principales actores sociales del país, como la Iglesia, el sector empresario y las organizaciones no gubernamentales, sin exclusiones», insistió el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, señalando que su país continuará sosteniendo su «compromiso con la estabilidad en la región» y buscará «encaminar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado».
