La segunda vuelta electoral hacia la presidencia peruana, se decidirá en un balotaje el próximo 6 de junio, la cuál ha provocado la atención política en la región, luego del descalabro de la socialdemocracia en los recientes comicios del Ecuador, y ante el enfrentamiento de dos modelos políticos y económicos diferentes.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, declaró por medio de una publicación en su cuenta de la red social Twitter, su apoyo a la candidatura del izquierdista, Pedro Castillo, hacia la presidencia del Perú por el partido ‘Perú Libre’, señalando su «respeto y admiración» por quien se impuso como el candidato más votado el pasado 11 de abril, durante la primera vuelta de los comicios, con el 18,97 % de los sufragios válidos, contra todo pronóstico, seguido por Keiko Fujimori en segundo lugar, con 13,39 %, dados los resultados brindados por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) del país andino.
«Saludamos y expresamos respeto y admiración a Pedro Castillo de Perú que tiene un programa similar al nuestro: revolución democrática y cultural pacífica, defendiendo recursos naturales e impulsando una Asamblea Constituyente, en beneficio del pueblo para que haya justicia social», destacó Morales en su publicación.
La segunda vuelta electoral hacia la presidencia peruana, se decidirá en un balotaje el próximo 6 de junio, la cuál ha provocado la atención política en la región, luego del descalabro de la socialdemocracia en los recientes comicios del Ecuador, y ante el enfrentamiento de dos modelos políticos y económicos diferentes.
De un lado, está la candidatura de Keiko Fujomori por ‘el derechista Fuerza Popular’, e hija del exmandatario Alberto Fujimori, ambos acusados por delitos de corrupción, que en el caso del padre cumple una condena de privación de libertad. Keiko se define como defensora del «liberalismo económico».
Entre tanto, Pedro Castillo, que es un líder sindical y rural del Perú, representa la candidatura de izquierdas en nombre del partido Perú Libre, cuyo programa tiene entre sus objetivos una reforma económica con mayor intervención del Estado, y la nonacionalización de empresas en sectores claves de la económica del país.
Como reacción a las palabras del expresidente de Bolivia, Fujimori acotó que: «Nosotros los peruanos no vamos aceptar su ideología; al socialismo del siglo XXI le decimos fuera, al ‘comunismo’ le decimos fuera, le decimos fuera al presidente de Venezuela, Maduro, le decimos fuera a el expresidente de Brasil Lula da Silva», indicó ante sus simpatizantes.
Sobre Keiko Fujimori pesa un proceso judicial, por medio del cuál se le acusa de actividades de corrupción por haber recibido tres millones de dólares en sobornos por parte de la compañía constructora brasileña Odebrecht, en beneficio de sus campañas electorales de 2011 y 2016, que la llevó a prisión preventiva, corriendo el riesgo de que su partido sea declarado como una «organización criminal» por esos delitos. Sin embargo, de ganar las elecciones presidenciales de su país, el proceso judicial quedaría en suspenso hasta 2026 en correspondencia con la legislación peruana.
