Recientemente, el gobierno estadounidense extendió las sanciones que se impusieron en 2006 contra Bielorrusia por un año más, debido a presuntas violaciones de derechos humanos y represión.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, extendió por un año más las sanciones económicas adoptadas por su país en el verano de 2006 contra Bielorrusia, por medio de un decreto publicó en el sitio web de la Casa Blanca, argumentando presuntas violaciones de derechos humanos y represión.
“Las acciones y políticas de miembros individuales del gobierno bielorruso y otros continúan representando una amenaza especial y extrema para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos. Por ello, el estado de emergencia declarado el 16 de junio de 2006 debe permanecer vigente después del 16 de junio de 2021”, destaca el decreto presidencial estadounidense.
«Mediante Orden Ejecutiva 13405, el Presidente declaró el estado de emergencia en el país para contrarrestar una amenaza especial y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos, que es planteada por las acciones y políticas de algunos miembros del gobierno de Bielorrusia y otros tienen como objetivo socavar los procesos o instituciones democráticas de la República de Bielorrusia”, indica en el texto la administración Biden. recordando las supuestas razones que llevaron a Estados Unidos a imponer esas sanciones en 2006.
En concreto, según argumentan las autoridades de Estados Unidos, el documento fue adoptado como reacción a las elecciones «antidemocráticas» celebradas en marzo de 2006, y «a las violaciones de derechos humanos asociadas con la represión política, incluidas detenciones y desapariciones», reseña el decreto presidencial.
Entre otras razones, además, se señala la corrupción y el constante “abuso del poder estatal” como basamento para la introducción de restricciones contra Bielorrusia y varios de sus funcionarios, incluido el actual presidente Alexander Lukashenko.
Por medio de esas sanciones, las autoridades norteamericanas fueron dotadas de facultad para proceder a la confiscación de propiedades de ciertas categorías de ciudadanos bielorrusos en los Estados Unidos y en el extranjero, una lista que, además del presidente bielorruso, incluye al secretario del Consejo de Seguridad, el ministro de Justicia y Asuntos Internos, el presidente de la KGB, el jefe de la Comisión Electoral Central, el jefe de estado televisión y radio, entre otros funcionarios de Bielorrusia.
En abril de 2021, la Casa Blanca levantó las exenciones en esas restricciones, que permitían a las empresas estadounidenses trabajar con una serie de empresas bielorrusas previamente sancionadas. La medida afectó a la casa de comercio de petróleo de Belarús UE, la empresa Belneftekhim y su división estadounidense Belneftekhim USA, las empresas Belshina, Grodno Azot, las empresas Grodno Khimvolokno, Lakokraska, Naftan y Polotsk. Fibra de vidrio.
Por otra parte, además de extender las viejas sanciones del 2006, Estados Unidos también está introduciendo nuevas medidas en contra de Bielorrusia, tomando como argumento oficial los resultados de las elecciones presidenciales que se llevaron a cabo en Bielorrusia en 2020, otorgándole la victoria electoral a Lukashenko con más del 80% de los votos, y que provocó protestas multitudinarias de la oposición que no reconoció esos resultados.
