Según escribió el ministro ruso de Exteriores en su artículo, Occidente no quiere discutir temas de igualdad y democracia en la arena internacional y teme mantener un diálogo abierto con quienes tienen diferentes valores y puntos de vista.

En un artículo publicado este lunes en el diario Kommersant, ‘Sobre la ley, los derechos y las reglas’, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró que su país ofrece una agenda unificadora en asuntos internacionales y está abierta a un diálogo justo con aquellos que estén interesados en la búsqueda de un equilibrio de intereses, a pesar de que, indicó, «al intensificar las sanciones y otras medidas de presión ilegal contra los gobiernos soberanos, Occidente impone el totalitarismo en los asuntos mundiales y adopta una postura imperial y neocolonial en relación con otros países», enfatizó en el texto.

«Occidente evade con cuidado descifrar sus ‘reglas’, así como responder a las preguntas de por qué son necesarias si existen miles de herramientas del derecho internacional que todos han suscrito y que contienen obligaciones claras de los Estados y mecanismos transparentes para comprobar su cumplimiento», argumentó el canciller ruso en su publicación.

Según escribió el ministro ruso de Exteriores en su artículo, Occidente no quiere discutir temas de igualdad y democracia en la arena internacional y teme mantener un diálogo abierto con quienes tienen diferentes valores y puntos de vista.

«Lo más bonito de las reglas occidentales es la ausencia del carácter concreto y, por lo tanto, la posibilidad de ‘castigar’ al infractor de forma arbitraria, sin molestarse en verificar los hechos y asimismo facilitar la contención de los competidores con métodos poco escrupulosos», puntualizó Lavrov.

El representante de la diplomacia rusa destaca en su texto, que «mientras que Occidente persigue el objetivo de desviar las discusiones sobre los temas clave en los formatos cómodos para él, adonde no se invita a los que discrepan, a la vez viola los principios de multilateralismo y busca esquivar la Carta de la ONU, que si bien también contiene una serie de reglas», remarcando que estas sí «son reglas aprobadas por todos los países del mundo».

En ese sentido, detalla el canciller ruso que, «al tachar a Rusia y China como portadores del autoritarismo, Occidente proclama su ‘derecho’ de entrometerse en los asuntos internos de otros países en aras de imponer la democracia tal y como la entiende, sin embargo, enseguida pierde el interés hacia el diálogo tan pronto como le sugieran abordar la democratización de las relaciones internacionales, incluyendo el abandono de la arrogancia y la voluntad de trabajar sobre la base de los principios universalmente reconocidos del derecho internacional en lugar de ‘reglas’, acotó.

Lavrov remarcó, que desde Occidente se le exige a Rusia y a China seguir «las recetas occidentales en materia de los derechos humanos, la sociedad civil, oposición, los medios de comunicación, el funcionamiento de las estructuras estatales y la interacción entre las ramas de poder«.

El diplomático ruso insistió en señalar, que «casi inmediatamente después del fin de las negociaciones, los funcionarios estadounidenses, incluidos los participantes de la reunión de Ginebra (reunión bilateral entre Vladimir Putin y Joe Biden), volvieron a transmitir su postura de que Moscú quedó advertida y le plantearon las exigencias». «Además, todas estas ‘advertencias’ fueron acompañadas de amenazas: si Moscú no acepta las ‘reglas del juego’ que le señalaron en Ginebra ‘en el plazo de unos meses’, será sometida a nuevas presiones», subrayó Lavrov.

«Los políticos sensatos de Europa y EE.UU. comprenden que un rumbo tan intransigente supone un callejón sin salida». «Estas personas empiezan a razonar con pragmatismo, todavía no en público, reconociendo que en el mundo existe más de una civilización y que Rusia y China, así como otras grandes potencias, tienen su historia milenaria, sus tradiciones, valores y estilo de vida», destacó el representante de Exteriores ruso en su texto.

«Poner en la mira la pregunta de cuyos valores son mejores o peores es inviable, solo hay que reconocer que existen otras formas de organización de la sociedad en comparación con las occidentales, aceptarlas como un hecho y respetarlas«, enfatizó el funcionario.

«Independientemente de las ambiciones y amenazas, nuestro país sigue comprometido con una política exterior soberana e independiente, al tiempo que está dispuesto a ofrecer una agenda unificadora en los asuntos internacionales teniendo debidamente en cuenta la diversidad cultural y de civilizaciones del mundo actual», aseveró Serguéi Lavrov en su artículo para Kommersant.

El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia agregó además, que «la confrontación no es nuestra elección, sin importar el motivo «. «Siempre permaneceremos abiertos al diálogo honesto con cualquiera que demuestre una disposición recíproca para encontrar un equilibrio de intereses firmemente arraigado en el derecho internacional. Estas son las reglas a las que nos adherimos».

«Este enfoque depende de la historia milenaria de Rusia y es plenamente coherente con la etapa actual de su desarrollo. Persistiremos en promover el surgimiento de una cultura de relaciones internacionales basada en los valores supremos de la justicia y que permita a todos los países, grandes y pequeños, desarrollarnos en paz y libertad», argumentó Lavrov.

57490cookie-checkSerguéi Lavrov afirmó que Occidente desea imponer el totalitarismo de manera imperial y neocolonial en el mundo

Deja un comentario