A partir de un cambio de enfoque militar para contrarrestar a «grandes adversarios estatales» como Rusia y China, los Marines Reales británicos asumirán los roles que tradicionalmente estaban reservados a las Fuerzas Especiales del país.
Según declaraciones hechas, por el general de brigada de los Marines Reales, Mark Totten, al periódico The Times, las Fuerzas Especiales del Reino Unido se concentrarán a partir de ahora en una nueva misión encubierta contra China y Rusia, a partir de un cambio de enfoque militar para contrarrestar a «grandes adversarios estatales» de la mancomunidad británica.
Totten indicó, que los Marines Reales británicos asumirán los roles que tradicionalmente estaban reservados a las Fuerzas Especiales del país, el Servicio Aéreo Especial (SAS) y el Servicio Especial de Embarcaciones (SBS), con el obejtivo de que estas unidades «tengan más tiempo y activos para realizar tareas de mayor riesgo contra otros Estados» enemigos de Gran Bretaña, manifestó el militar.
«Se necesita una verdadera experiencia especializada, por lo que les concederemos más tiempo y más personal para abordar las tareas, y nosotros podemos llevar a cabo algunas tareas, como el contraterrorismo marítimo, por ejemplo, u operaciones conjuntas, que son difíciles, que entrañan una mayor riesgo», detalló el experto.
Estos son los primeros comentarios de reconocimiento oficial de que Londres planea desplegar sus Fuerzas Especiales en misiones encubiertas dirigidas a grandes potencias como Rusia y China.
Totten aseguró, que está al mando de una futura fuerza de comando integrada por 4.000 efectivos de los Marines Reales, la cuál compartirá «la carga» con los servicios del SAS y el SBS. «Lo que podremos hacer es permitir que las Fuerzas Especiales se concentren en las tareas más difíciles, más complejas, contra Rusia y contra China», enfatizó el militar brtánico.
Al parecer, el cambio de enfoque militar encubierto por parte del Reino Unido, daría la posibilidad de que las operaciones altamente secretas puedan involucrar a tropas que operen junto al MI6 en aras de montar vigilancia contra unidades militares y de Inteligencia rusas y chinas.
Además, las Fuerzas Especiales podrían encomendárseles tareas «políticamente traicioneras», como entrenar a las Fuerzas Armadas de los países de la región cercanos al mar de la China Meridional para «defenderse mejor» de la supuesta «hostilidad» de la República Popular China en el área.
En marzo pasado, el primer ministro brtánico Boris Johnson afirmó que Rusia es «la mayor amenaza de seguridad que enfrenta Reino Unido»,en el marco de una amplia revisión de la política militar y exterior de su gobierno contra el país euroasiático. aseverando que su país fabricará más armas nucleares, además de ampliar su presencia en los campos de alta tecnología del espacio y el ciberespacio.
En ese orden, el gobierno británico tiene planificado aumentar el gasto de defensa en 24.000 millones de libras esterlinas (alrededor de 33.300 millones de dólares) durante los próximos cuatro años, evidenciándose un gran incremento sobre los 42.200 millones de libras esterlinas que se gastó entre 2019-2020.
«Rusia es la amenaza más aguda en la región y trabajaremos con los aliados de la OTAN para asegurar una respuesta occidental unida, combinando esfuerzos militares, de inteligencia y diplomáticos», remarcó entonces Johnson.
