Con anterioridad, el líder turco calificó la presión permanente de Estados Unidos sobre la adquisición del sistema antiaéreo S-400 ruso como «inaceptable».
En el marco de la cumbre del G20 celebrada en Roma, capital de Italia, del 30 al 31 de octubre, el presidente norteamericano Joe Biden se reunión con su par turco, Recep Tayyip Erdogan, a quien manifestó que la parte estadounidense estaba preocupada por la presencia de sistemas de misiles antiaéreos S-400 Triumph rusos en Turquía.
«El presidente Biden confirmó que ambos países son socios en el campo de la defensa, así como la importancia de Turquía como aliado de la OTAN, pero señaló la preocupación de Estados Unidos en relación con la presencia de los sistemas de defensa aérea rusos S-400 en Turquía», declaró la Casa Blanca en un comunicado de prensa.
Según remarcó el servicio de prensa del Ejecutivo estadounidense, «Biden destacó su deseo de mantener relaciones constructivas entre los dos países, así como ampliar las áreas de su cooperación y superar de manera efectiva las diferencias que surjan entre ellos».
Con anterioridad, el líder turco calificó la presión permanente de Estados Unidos sobre la adquisición del sistema antiaéreo S-400 ruso como «inaceptable».
«Turquía no puede estar de acuerdo con esto. El acuerdo con la Federación de Rusia está cerrado, y no hay vuelta atrás», enfatizó el mandatario turco durante una de sus intervenciones públicas en su país. Diversos analistas consideran, que Washington hará todo lo que esté a su alcance para presionar a las autoridades afin de detener su colaboración militar con Moscú.
Previo a su reunión con el presidente ruso Vladimir Putin, en una entrevista con el canal de televisión estadounidense CBS, Erdogan anunció las intenciones de su país de comprar un lote adicional de S-400 rusos. Según él, en el futuro, nadie podrá interferir con qué sistemas de defensa adquiere Turquía y de qué país. «Solo nuestro gobierno puede tomar tales decisiones:, enfatizó Erdogan.
En una entrevista con The New York Times, el presidente turco calificó la adquisición del primer lote de S-400 de Rusia como «una decisión correcta y rentable», declarando que la misma «valió la pena», y que la parte turca puede fortalecer sus defensas como desee.
Turquía y Rusia firmaron un contrato para el suministro de sistemas S-400 a Turquía en 2017. El monto del contrato fue de 2.500 millones de dólares. La Federación de Rusia cumplió con sus obligaciones en virtud de los acuerdos sobre el suministro de componentes del sistema de misiles de defensa aérea para el otoño de 2019.
Washington ha declarado repetidamente su descontento con este acuerdo, y en diciembre del 2020, la anterior administración de Donald Trump impuso restricciones contra su aliado de la OTAN de acuerdo con la Ley para Contrarrestar a los Adversarios de Estados Unidos a través de Sanciones (CAATSA).
