Sin embargo, el funcionario destacó al mismo tiempo, que las conversaciones con mandatario bielorruso son importantes para brindar asistencia humanitaria a los migrantes en la frontera con Polonia.
En una sesión informativa del miércoles, el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, manifestó a los periodistas que Alemania no reconoce la legitimidad de Alexander Lukashenko como presidente de Bielorrusia, pero considera que las conversaciones con él son importantes para brindar asistencia humanitaria a los migrantes en la frontera con Polonia.
«Para mejorar esta alarmante situación humanitaria para miles de personas, tiene sentido hablar con quienes en Minsk tienen la posibilidad de cambiar la situación incluso si estamos hablando del gobernante, cuya legitimidad no es reconocida por Alemania y otros países europeos países», dijo Steffen Seibert.
Según indicó el funcionario alemán, la canciller de su país, Angela Merkel, «tuvo una llamada telefónica con Lukashenko, para encontrar formas humanitarias de garantizar, por ejemplo, el acceso de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados», y señaló, que los migrantes ya estaban recibiendo ayuda inicial. en el sitio.
«Mantuvo esta conversación en estrecha coordinación con la Comisión Europea y después de obtener información de los principales socios de la región», destacó Seibert, quién además, culpó a las autoridades bielorrusas la tensa situación que se ha vivido durante las últimas jornadas en la frontera de Bielorrusia y Polonia, e indicó que Alemania apoya la posición adoptada por la Unión Europea en relación a sanciones más estrictas contra Bielorrusia, por su supuesta responsabilidad en la crisis migratoria.
El lunes pasado, Lukashenko y Merkel tuvieron una conversación telefónica de 50 minutos, discutiendo formas de resolver la crisis migratoria. En particular, analizaron la necesidad de ayuda humanitaria para los migrantes acumulados en la frontera de Bielorrusia con los países de la UE y acordaron continuar los contactos sobre el tema.
Con anterioridad, el presidente ruso Vladimir Putin discutió la crisis migratoria en conversaciones separadas con Lukashenko y Merkel. En ese sentido, la canciller alemana confirmó más tarde a los medios de comunicación haberle pedido a Putin que influyera en Lukashenko. El líder ruso destacó la importancia de los contactos entre los países de la UE y Bielorrusia para solucionar el problema.
La crisis migratoria en la frontera bielorrusa con Letonia, Lituania y Polonia, donde los inmigrantes han estado acudiendo en masa desde principios de año, se agravó drásticamente el 8 de noviembre. Varios miles de personas se acercaron a la frontera polaca desde Bielorrusia y se negaron a abandonar la zona.
Los países de la UE han acusado a Bielorrusia de la intensificación intencionada de la crisis y han pedido sanciones. El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, declaró que los propios países occidentales eran los culpables de la situación, ya que la gente huía de la guerra en sus países de origen debido a las acciones de Occidente.
