Cuando se consume alcohol, nuestro organismo lo convierte en una sustancia denominada ‘acetaldehído’, la cuál daña severamente el ADN, posibilitando el surgimiento de un crecimiento incontrolado de las células responsables de formar un tumor canceroso.
En un comentario para la cadena de televisión estadounidense CBC, el investigador canadiense Tim Stockwell, de la Universidad de Victoria, afirmó que consumir bebidas alcohólicas de manera regular aumenta significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de diversos tipos en nuestro organismo.
«Tomar tan solo una bebida al día incrementa el riesgo de padecer varios tipos de cáncer, si eres mujer, de cáncer de mama, como el cáncer del tracto digestivo, de la boca o del estómago», señaló Stockwell, agregando que el riesgo de padecer esa enfermedfad «crece con cada copa».
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer tiene calificado el alcohol como el cancerígeno del primer grupo, junto al tabaco y la carne procesada. A su vez, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades afirma de manera absoluta, que todas las bebidas alcohólicas están asociadas al cáncer, es por ello, que algunos profesionales de la salud han hecho un llamado para que las botellas que contienen estas sustancias lleven etiquetas de advertencia similares a las que aparecen en los paquetes de cigarros.
«Las personas con enfermedad por reflujo gastroesofágico tienen un riesgo ligeramente mayor de desarrollar adenocarcinoma de esófago. Este riesgo parece ser mayor en aquellos que tienen síntomas más frecuentes», indicó la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
Cuando se consume alcohol, nuestro organismo lo convierte en una sustancia denominada ‘acetaldehído’, la cuál daña severamente el ADN, posibilitando el surgimiento de un crecimiento incontrolado de las células responsables de formar un tumor canceroso, aseguran los especialistas.
Según estadísticas publicadas en la revista especializada The Lancet Oncology, el 4 % de las enfermedades de cáncer diagnosticadas en 2020 estuvieron asosciadas con el consumo de las bebidas alcohólicas, ocupando los hombres casi el 77% de esos casos, al tanto que las mujeres representan el 23%.
El consumo regular de alcohol también está asociado con el surgimiento de enfermedades de tipo cardiovasculares, gastritis, hepatitis, impotencia y trastornos psíquicos. Las personas menores, las embarazadas o lactantes u otras que sufren afecciones de la salud no deberían consumir las bebidas alcohólicas.
Recientemente, Alicia Galvin, dietista de Sovereign Laboratories, comentó a los medios que el alcohol provoca serios problemas a tu salud gastrointestinal, argumentando, que el alcohol puede causar «reflujo de ácido».
«El alcohol relaja el esfínter esofágico inferior, la banda de músculos entre el esófago y el estómago. Cuando esto sucede, el ácido del estómago puede subir más fácilmente al esófago y causar acidez estomacal ocasional», señaló la experta, citada por el sitio digital ‘Eat This Not That’.
Galvin remarcó, que si una persona bebe alcohol con regularidad, entonces estos episodios de acidez estomacal pueden convertirse en un problema más constante y aumentar el riesgo de desarrollar cáncer.
Según la especialista, el reflujo de ácido no es la única enfermedad gastrointestinal que puede ser causada por el alto consumo del alcohol. «El alcohol inhibe la absorción de nutrientes en el intestino delgado y aumenta el transporte de toxinas a través de las paredes intestinales. Esto puede contribuir al desarrollo de efectos relacionados con el alcohol en el hígado y en otros órganos», destacó Galvin.
Además, la experta señaló que el consumo regular de alcohol también puede dificultar el libre movimiento de los músculos intestinales, lo que podría provocar diarrea y la reproducción de las bacterias gramnegativas, un fenómeno que puede al mismo tiempo, aumentar la permeabilidad del revestimiento intestinal.
