El reto del nuevo gobierno izquierdista hondureño, encabezado por Xiomara Castro de Zelaya, quién asumió el poder ejecutivo este jueves 27 de enero, pasa por desbloquear una conflictiva escisión en las filas del oficialismo y la instalación, por primera vez en el país, de un Congreso bicéfalo.

Xiomara Castro de Zelaya, esposa del ex mandatario izquierdista hondureño, Manuel Zelaya, depuesto por una sonada militar, el 28 de junio de 2009, asumión este jueves la presidencia de Honduras trás haber sido proclamada vencedora de las recientes elecciones generales celebradas en ese país centroamericano, el 28 de noviembre de 2021, al ser la candidata del Partido Libertad y Refundación (LIBRE).

«La Presidencia de la República nunca había sido asumida por una mujer en Honduras, han tenido que pasar 200 años desde que se proclamó nuestra Independencia. Estamos rompiendo cadenas y estamos rompiendo tradiciones, este hecho histórico solo pudo surgir de la voluntad mayoritaria del pueblo. Gracias por este honor y confianza», declaró la nueva presidenta hondureña, luego de su juramentación, ante una multitud de simpatizantes reunidos en el Estadio Nacional de Tegucigalpa.

La líder izquierdista hondureña detalló, que en su país la deuda externa creció durante el período de gobierno del derechista Juan Orlando Hernandez en 700 %, mientras que la pobreza se elevó al 74 por ciento, dos fenómenos que, aseguró, han convirtido a Honduras en el país más pobre de toda América Latina.

«Tenemos que rescatar la economía nacional sobre la base de la transparencia, la eficiencia de la producción y un sistema de justicia social que asegure una distribución de la riqueza y un ingreso nacional que favorezca a las mayorías», remarcó la mandataria.

En su discurso, Castro dijo que heredaba «un Estado en bancarrota, luego de haber sido hundido estos últimos 12 años». «Una catástrofe económica y social que no tiene parangón en la historia de Honduras».»Es imposible encontrar otro momento en nuestra historia tan lleno de sabotaje contra nuestra Patria. Debemos arrancar de raíz la corrupción de los 12 años de dictadura. Tenemos el derecho de refundarnos sobre valores soberanos, no sobre la usura», manifestó la política, en referencia a la gestión de su antecesor en el Gobierno.

En ese sentido, destacó que administración basará en cuatro pilares: «educación, salud, seguridad y empleo», la refundación de Honduras mediante la puesta en marcha de su programa político de un «socialismo democrático» para el país. «Vamos a construir junto al pueblo un Estado socialista y democrático, una refundación que se levantará sobre valores soberanos», enfatizó Xiomara Castro.

Durante la juramentación de su mandato al frente de Honduras, la presidenta anunció medidas como la gratuidad de la matrícula escolar, la garantía de merienda escolar, vacunación y medios prevenibles contra enfermedades respiratorias como las mascarillas para los niños y los jóvenes en edad escolar, dando las indicacion es precisas al Ministerio de Educación en aras de ponerlas en práctica.

A su vez, dijo Castro que a partir de hoy, ninguana familia hondureña que viva en la pobreza deberá pagar más las facturas del consumo de energía, dejando claro que el servicio de «la luz será gratis en sus hogares». También prometió enviar al Congreso, un proyecto de ley para crear un subsidio al precio de los combustibles.

La nueva presidenta de Honduras, afirmó que en su país o habrá más permisos de minas abiertas o explotación de minerales, ni más concesiones en la explotación de ríos, cuencas hidrográficas, parques nacionales y bosques nublados. Al mismo tiempo señaló, que el nuevo Ejecutivo concentrará sus esfuerzos en el desarrollo agropecuario y la soberanía alimentaria.

En el acto, participaron delegaciones de unos 57 países, entre los que destacaron, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, la vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, el rey de España, Felipe VI, el vicepresidente cubano, Salvador Valdés Mesa. También estuvieron presentes, la expresidenta brasileña Dilma Rousseff y el senador paraguayo Fernando Lugo.

Sin embargo, el reto del nuevo gobierno pasa por desbloquear una conflictiva escisión en las filas del oficialismo y la instalación, por primera vez en el país, de un Congreso bicéfalo.

Y es que el partido que catapultó a Xiomara Castro hacia la presidencia de Honduras, ahora se encuentra divido en el seno del Congreso. Trás una crisis política, originada por acusaciones de «traición», luego de conocerse sobre la ausencia de 20 diputados de Libertad y Refundación (Libre) en una reunión de ese organismo, en el Legislativo se celebró hace solo una semana, la juramentación, en paralelo, de dos presidentes.

Se trata de Luis Redondo, favorito de Xiomara Castro, y Jorge Cálix, un disidente del oficialismo y que ha sido respaldado por el grupo parlamentario de la oposición. Según refieren analistas, esta crisis política solo podrá ser resuelta mediante el diálogo entre el partido gobernante y sus disidentes.

94390cookie-checkCastro aseguró querer fundar un «Estado socialista y democrático» en Honduras

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