La embajadora rusa en Bulgaria, precisó que la exigencia rusa en sus propuestas de seguridad supusonen la retirada del contingente militar de la OTAN, las bases y las armas estratégicas estacionadas en el territorio de los países que se unieron a la alianza después de 1997.
La embajadora rusa en Bulgaria, Eleonora Mitrofanova, se refirió este martes, en una entrevista con el canal de televisión NOVA, a la demanda de Moscú de que la OTAN regrese a sus fronteras de 1997, aclarando que esto no implica que Bulgaria abandone la alianza militar nordatlántica.
Mitrofanova precisó, que la exigencia rusa en sus propuestas de seguridad supusonen la retirada del contingente militar de la OTAN, las bases y las armas estratégicas estacionadas en el territorio de los países que se unieron a la alianza después de 1997.
«La cuestión de los países que se unieron a la OTAN después de 1997 que se separen de la OTAN no se plantea. Estamos hablando de la retirada del contingente militar, las bases y las armas estratégicas estacionadas en su territorio desde 1997. Y actualmente, no estamos hablando de Bulgaria en todo porque en este momento no tienes bases ni armamentos ofensivos estratégicos, aunque esto preocupa en cierta medida a Rumanía”, señaló la diplomática rusa.
«Estamos hablando de una actitud de principios, de cierto contingente militar, armamento estratégico y bases ubicadas en el territorio. No hay nada de eso en Bulgaria. Me gustaría enfatizar que su gobierno tenía mucha razón, en mi opinión, no hablar excesivamente sobre este tema y no intentar jugar estos juegos. Este no es el juego de Bulgaria, no lo necesitas en absoluto», explicó la funcionaria, de Exteriores ruso.
En respuesta a una pregunta sobre posibles problemas con las entregas de gas debido a la introducción de sanciones contra Rusia, la enviada enfatizó que Bulgaria no se vería afectada. «Creo que esta variante de los eventos que se desarrollan no involucra a Bulgaria. Rusia siempre ha sido, incluso en tiempos difíciles, un proveedor confiable de comercio exterior», aseguró Mitrofanova.
En segundo lugar, dijo, «si uno habla sobre el problema en su conjunto, entonces es necesario recordar Nord Stream 2 y los constantes intentos de detenerlo. Al no lanzar Nord Stream 2, Europa se está castigando a sí misma. Esto no es una crisis para Rusia porque nuestros flujos de gas pueden redirigirse hacia el este, donde hay una gran demanda», detalló la reprensentante de la diplomacia rusa en Bulgaria.
A su ves, consideró Mitrofanova que, sin embargo, «para Europa esto sería una amenaza grande y real, la espiral inflacionaria se desarrollará porque el gas licuado es muy caro y los estadounidenses, como ya hemos descubierto, no pueden ser considerados socios confiables en sus entregas», dijo la embajadora.
