El funcionario señaló, que Georgia continúa apoyando a Ucrania en todos los niveles, incluso con el envío de 100 toneladas de ayuda humanitaria el domingo.
En una reunión del gobierno, el lunes, el primer ministro georgiano, Irakli Garibashvili, señaló que los opositores buscan arrastrar a Georgia a un conflicto militar con Rusia para defender Ucrania y repetir los eventos de agosto de 2008.
“Estamos muy familiarizados con lo que está sucediendo en Ucrania. Experimentamos esto mucho antes, en 2008. Es muy triste que nuestra oposición radical se regocije por la guerra en Ucrania y esté buscando beneficios e intereses para sí misma de todas estas calamidades. Su objetivo es repetir la tragedia de la que ellos mismos no pudieron proteger a nuestro pueblo y país», dijo Garibashvili.
El funcionario señaló, que Georgia continúa apoyando a Ucrania en todos los niveles, incluso con el envío de 100 toneladas de ayuda humanitaria el domingo. “Nuestro gobierno, dentro de sus capacidades, está haciendo todo lo posible para ofrecer el mayor apoyo a nuestros hermanos y hermanas ucranianos, ya sea político, humanitario, humano o de otro tipo”, subrayó el primer ministro.
Además, reiteró su reticencia a unirse a las sanciones dirigidas por Occidente contra Rusia, argumentando que Georgia comercia con Rusia y prácticamente toda la población del país participa en este proceso.
“Miles de nuestros enólogos, exportadores, agricultores están todos involucrados en este proceso. Me gustaría hacer esta pregunta: cuando se trata de imponer sanciones, ¿qué me piden que haga? ¿Quieren que imponga sanciones a mi gente? ¿Quién sufrirá por esto? Por supuesto, nuestra gente, la población, la economía perderá ingresos, un millón de nuestros ciudadanos sufrirán, quienes, por ejemplo, no podrán transferir dinero (desde Rusia)», concluyó Garibashvili, citado por TASS.
Anteriormente, el 25 de febrero útimo, el primer ministro georgiano declaró que las autoridades, guiadas por los intereses nacionales, no van a participar en las sanciones económicas y financieras dominadas por Occidente contra Rusia debido a la situación en torno a Ucrania. Al tomar esta decisión desató una ola de críticas por parte de la oposición, quienes exigieron su renuncia.
