En el encuentro entre ambos líderes, el martes, Putin señaló a Lukashenko que la economía rusa se adaptará a la nueva situación creada por la imposición de sanciones de Occidente contra Rusia.

Luego de las conversaciones con su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko, el presidente ruso, Vladimir Putin, destacó que la economía rusa definitivamente se acostumbrará a la nueva situación en condiciones de sanciones occidentales en contra de su país, en represalia a la operación militar especial de las Fuerzas Armadas rusas sobre el territorio ucraniano, iniciada el pasado 24 de febrero.

«La economía definitivamente se adaptará a la nueva situación. Esto es inevitable», dijo Putin, resaltando al mismo tiempo, que la cooperación ruso-bielorrusa se está desarrollando con éxito y en las condiciones de una «guerra de sanciones que abarca todo», Moscú y Minsk deberían reforzar aún más su integración, enfatizó Putin. Precisó que las partes ya implementaron los planes de integración trazados hasta fines de 2023 en más de un 30 %.

«Tenemos como ejemplo el ámbito bancario, donde se determinaron enfoques para formar la política monetaria común, la regulación monetaria y la integración de los sistemas de pago nacionales», indicó el encargado del Kremlin.

A su vez, Putin señaló que «se firmó el acuerdo sobre la armonización de las leyes aduaneras. Se consideran temas para lanzar un centro interestatal de gestión de riesgos financieros; se están creando sistemas integrados de administración de impuestos indirectos», dijo.

Por su parte, Lukashenko resaltó que Rusia conserva para Bielorrusia «los precios más favorables para el petróleo y el gas» pagados en rublos rusos e indicó, que su país está bastante satisfecho con este método de pago. «Sabes, todo lo que producimos lo podemos vender aquí. Esto significa que estamos bien con el rublo ruso», le comentó a Putin.

En el encuentro, el mandatario ruso manifestó que la operación rusa en Ucrania avanza de acuerdo con un plan y concluirá cuando se logren todos sus objetivos iniciales y argumentó, que «acelerar la operación puede generar pérdidas, por lo tanto, Rusia actuará a un ritmo medido, según lo programado, de acuerdo con el plan propuesto originalmente por el Estado Mayor», enfatizó Putin.

El presidente reiteró que el objetivo principal de Rusia es brindar ayuda a los residentes de Donbass y que «las acciones en ciertas regiones de Ucrania» estaban relacionadas solo con la necesidad de inmovilizar las fuerzas ucranianas, destruir su infraestructura militar y crear las condiciones para el combate activo en Donbass.

Putin calificó los eventos en Ucrania como una tragedia, pero enfatizó que la confrontación con el régimen de Kiev era inevitable. «Simplemente no había otra opción, era solo cuestión de tiempo cuando comenzara. Eso es todo», remarcó.

Si Rusia «se hubiera retrasado un poco» en el lanzamiento de la operación militar en Ucrania, sería el objetivo de las fuerzas ucranianas y de la OTAN después del Donbass, dijo Lukashenko.

Al respecto, el líder bielorruso señaló que los eventos en Bucha fueron una «operación psicológica realizada por los británicos» para introducir nuevas sanciones contra Rusia y le entregó a Putin documentos relacionados con estos eventos.

Lukashenko dejo en claro que las restricciones occidentales contra ambos países no harán que Rusia y Bielorrusia cambien su política. «Ninguna sanción puede doblegarnos o descarrilarnos», dijo.

Los líderes de Rusia y Bielorrusia se reunieron en Vostochni con representantes de la industria espacial y de cohetes, sostuvieron conversaciones de tres horas y realizaron una conferencia de prensa conjunta.

121720cookie-checkRusia y Bielorrusia han completado ya más de un tercio de los planes de integración previstos hasta finales de 2023

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