Kirill Koktish está seguro de que Rusia necesita una estrategia relevante para contrarrestar esta actividad subversiva de Occidente en el espacio de la comunidad postsoviética, a fin de mantener su voz como actor clave en los procesos regionales.
Expertos encuestados por la agencia de noticias TASS, coincidieron en señalar el viernes que la participación de Rusia en el poder blando como un medio para satisfacer la demanda de estabilización en la región y los procesos económicos de beneficio mutuo pueden convertirse en una estrategia efectiva para contrarrestar las actividades subversivas occidentales en el espacio de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
El politólogo Kirill Koktish, profesor asistente en el departamento de teoría política de la Universidad MGIMO, llamó la atención sobre la idea que el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, sostuvo en el sentido de que Occidente estaba impulsando los intentos de establecer a los pueblos de la antigua Unión Soviética en unos contra otros por medio de interpretaciones sesgadas de la historia.
El analista remarcó, que el ejemplo de Ucrania es indicativo de cuán «fantásticamente productivos» pueden ser tales esfuerzos por parte de los países occidentales.»Podemos ver que en casi todos los países postsoviéticos, excepto en Bielorrusia, tales tecnologías tienen éxito. En general, este es un método bastante antiguo de control cognitivo, programación cognitiva», dijo.
«Gran Bretaña en realidad mantiene a los estados bálticos, Polonia y Ucrania bajo control manual. Sigue agregando combustible al conflicto de Nagorno-Karabaj y aumentando su presencia en Asia Central. Todo esto es información oficial, obtenida sobre la base de visitas, declaraciones, la presencia británica, el suministro de armas y equipos, y la presencia de ONG. Esta es una actividad medible», explicó Koktish.
El experto está seguro de que Rusia necesita una estrategia relevante para contrarrestar esta actividad subversiva de Occidente en el espacio de la CEI, a fin de mantener su voz como actor clave en los procesos regionales.
«Tal estrategia podría contemplar el trabajo práctico de acuerdo con el concepto de ‘poder blando’, que implica el logro de objetivos en el ámbito internacional a través de la participación voluntaria y la persuasión. Por ejemplo, a través de la apertura de centros de idiomas, organizaciones sin fines de lucro y otras instituciones culturales y públicas», argumentó Koktish.
“En cuanto a nuestro poder duro, como la condición de las fuerzas armadas, todo está en orden, pero los recursos de poder blando dejan mucho que desear. En este sentido, necesitamos entender cómo dar una respuesta a todo esto. a nivel ideológico, a nivel de conceptos. No existe tal comprensión por ahora. Además, tal tarea no se ha establecido hasta el día de hoy”, enfatizó el politólogo ruso.
Por su parte, el director general del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, Andrei Kortunov, señaló el trabajo preliminar existente para diseñar un «concepto de poder blando, que acercará los enfoques y delineará discusiones futuras que identificarán los parámetros y formatos para una mayor cooperación».
«Ahora la situación, por supuesto, no es fácil para todos los países. Existe tal presión de sanciones sobre Rusia y los estados de la CEI no quieren convertirse en objetivos de sanciones secundarias a las que Occidente pueda recurrir. Como podemos ver, estos países votan de manera diferente en las organizaciones internacionales. Algunas de ellas comparten tradicionalmente buenas relaciones con Ucrania», dijo Kortunov.
«Por lo tanto, hay muchos matices involucrados, pero en general, todo el mundo está interesado en que la situación vuelva a la normalidad lo antes posible, cuando sea posible tener relaciones políticas y económicas mutuamente beneficiosas (con Rusia)». «A pesar de algunas divisiones menores, los países de la CEI tienen mucho en común», añadió el académico.
