La formación nubosa que asemejó la figura del comandante fumando un tabaco, apareció sobre una zona entre las provincias de Holguín (Birán) y Santiago de Cuba.

Sin lugar a dudas, la naturaleza además de ser una elocuente creación plena de belleza, muchas veces nos somete a experiencias calamitosas e inolvidables como consecuencia de su violenta actividad, pero también, es capaz de trasmitir una sensación enigmática.

Es el caso de lo ocurrido el domingo, cuando una formación nubosa que asemejó la figura del comandante Fidel Castro fumando un tabaco, apareció sobre una zona entre Birán (lugar de nacimiento del líder histórico de la Revolución Cuba, en la provincia de Holguín) y la segunda ciudad capital de la Isla caribeña, Santiago de Cuba, tomando por sorpresa a sus habitantes.

El hecho no deja de ser trascendental, si se toma en cuenta que un fenómeno de esta naturaleza viene a representar como un aliciente para el pueblo de Cuba, en medio de una de las mayores crisis económicas que haya atravesado el país en toda su historia, condicionada por el permanente y recrudecido bloqueo comercial y financiero impuesto por EEUU desde hace 60 años, los efectos negativos de la pandemia global del coronavirus y la imposición de erróneas políticas económicas que en lo interno han mellado duramente en la calidad de vida y el bienestar de los cubanos.

Así lo demuestran las disímiles opiniones vertidas en las redes sociales, desde que se hizo pública la imagen con la supuesta silueta de Fidel. Según uno de los internautas, «la naturaleza tiene un poder trascendente para enviarnos mensajes”, escribió en Facebook, Laura Tunera Bricchi.

“Nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz siempre presente, ya estamos a 2 de julio en los preparativos para la celebración del 26 de julio por eso él está ahí”, replicó a la publicación, María Amparo.

“Ahí está!!! Como cuidándonos aún, como queriendo nuestra unión, como premonizando mejores tiempos para todos, como diciendo:  NO SE SUELTEN DE MI MANO”, señaló por su parte, el destacado trovador cubano Raúl Torres.

La mayoría de los comentarios de los internautas cubanos desde la Isla mostraron su felicidad por ver una imagen de su histórico líder venida desde el cielo, asegurando que ello era muestra de que Fidel continua «cuidando» a su Patria y al pueblo después de su muerte.

5 años después de la muerte de Fidel Castro Cuba «se mantiene firme» por la senda del socialismo.

Este 25 de noviembre se cumple el quinto aniversario del fallecimiento del líder de Revolución Cubana, Fidel Castro, a la edad de 90 años. La fecha alegórica replicada en los disímeles medios estatales de comunicación, es recordada dentro de Cuba por la inmensa mayoría de los cubanos, muchos de ellos fieles a su legado político.

Fuera de Cuba, los admiradores de Fidel ,desde movimientos sociales y organizaciones políticas de izquierda y representaciones de gobiernos envían sus mensajes de recordación a las autoridades cubanas, de quién fuera un baluarte ideológico, no solo para Cuba, sino para toda la región de América Latina y del mundo. Sus detractores, por su puesto, fundamentalmente en la ciudad estadounidense de Miami, muestran su rechazo.

Fidel Castro no está, pero pareciera que su ausencia no ha repercutido mucho en la determinación del Gobierno de la Isla caribeña en aferrarse a los ideales de «continuidad» en el curso de la construcción del socialismo, una etapa dialéctica de la concepción revolucionaria, que en el caso de Cuba se ha visto obstaculizada de llevar a cabo un desarrollo, llamémosle normal, desde que, en 1959, la victoriosa revolución encontró el rechazo y el malestar contundente de Estados Unidos que no apreció con buenos ojos el desenlace de un régimen aliado (dictadura de Fulgencio Batista) devenido en el primer Estado socialista de América.

Muchas complejidades asume la nueva generación de dirigentes cubanos al frente de la nación, en medio de una pandemia global del coronavirus que tomo de sorpresa a todas las instituciones de salud y cientificas en todo el orbe, y cuyas consecuencias negativas, tanto humanas como materiales, supuso un duro golpe para la economía cubana, de por sí ya maltrecha, debido al impacto de un condicionamiento mucho más antiguo, el bloqueo económico y financiero estadounidense a lo largo de 60 años, y las propias deficiencias que, no muy pocas veces, caracterizó el desempeño interno de los recursos conque cuentan las empresas estatales y los obstaculos burocráticos al desarrollo de las potencialidades nacionales para la generación de la riqueza que rebundara en la calidad de vida de los cubanos, especialmente, luego de la desaparición del campo socialista europeo, incluida la Unión Soviética, con el cuál Cuba poseía un gran vínculo comercial.

La propia restricción de movimientos, la reducción del comercio global, y la paralización casi completa del sector del turismo, excepto Varadero, así como, la reducción considerable de los abastecimientos en las redes estatales de comercio, impuestos generalmente por el auge de los contagios de la Covid-19 dentro del país, y el aumento de la inflación, a pesar de haberse puesto en vigor una nueva política económica, monetaria y cambiaria (Tarea Ordenamiento) desde principios del 2021, provocó que a principios de julio pasado, el país caribeño viviera la primera explosión social general conocida en muchos años, desde los eventos de 1994 en el malecón habanero.

Tanto en 1994, como ahora, la dirección del país ha sabido sortear el malestar de una buena parte de la población, que ha visto como su poder adquisitivo se ha reducido a niveles infimos en comparación con decadas anteriores cuando existía la cooperación directa con la URSS, a finales del sioglo XX. El propio presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha reconocido públicamente que en las condiciones actuales en que se desarrollan las relaciones internacionales, y tomando como base la dinámica cambiante de los procesos sociales, los organismos de dirección del país denen encauzar sus esquemas de trabajo de una manera en la que estén más conectados con la realidad y las necesidades del pueblo.

De ahí que, se ha hecho un llamado, especialmente desde la celebración del 8vo Congreso del partido Comunista de Cuba, del cuál el actual presidente del país resultó elegido como su primer secretario del Comité Central, ante el retiro político de Raúl Castro, a trasformar la base social de Cuba desde los barrios, principalmente los más desfavorables en recursos y que son exponentes de una de las peores infraestructuras vigentes en el expectro poblacional cubano.

Una de las prioridades del gobierno, resulta ser, paradojicamente, una lección recibida de las consecuencias de la pandemia, al quedar limitada la capacidad de importación de muchos de los alimentos básicos necesarios para cubrir la canasta básica d ela población, y es articular los procesos en favor de una mayor producción nacional en área agrícola y ganadera, una cuestión que no es nueva, pero que durante décadas se vió perjudicada por el acomodo gubernamental de importarlo «todo», y casi no producir «nada».

Es por ello además, de acuerdo a lo aprobado en la nueva Constitución socialista del país, que las autporidades han dado camino a la implementación de una política para el surgimiento y desarrollo de las medianas y pequeñas empresas (PYMES), tanto en el sector estatl como privado, a modo de modificar el esquema de la economía planificada, no ya desde un sentido vertical de su concepción, sino que sean los actores económicos desde una visión horizontal quienes generen gran parte de la riqueza que nesecita el país para suplir renglones que, por ejemplo, grandes industrias en manos del Estrado no pueden controlar desde la sociedad.

Con todo eso, a pesar de que el gobierno de los Estados Unidos no ha deshecho ninguna de las medidas de reforzamiento del bloqueo adptadas por la administración anterior de Donald Trump para frenar la economía cubana, tomando como argumento el empoderamiento de la «libertad y la democracia» en Cuba, lo cierto es que con recursos propios, la nación antillana ha dado una nueva lección de soberanía en el mundo, desde el punto de vista científico, con la creación de cinco candidatos vacunales, tres de ellos en evalución por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y con los cuáles al día de hoy, prácticamente toda la población cubana está casi inmunizada contra la Covid-19, como parte del programa nacional de vacunación contra la pandemia global del coronavirus.

Cuba mantiene buenas relaciones diplomáticas, de solidaridad y amistad con naciones como Rusia, China o Vietnam, así como embajadas con más de 190 naciones en todo el mundo, pero la política extraterritorial de las medidas impuestas por el bloqueo norteamericano afectan su desarrollo económico y comercial en plenas condiciones, ya que muchos gobiernos y empresas no están dispuestos a correr el riesgo de ver afectadas sus relaciones con EEUU, y ese es un argumento entendible, desde el punto de vista económico.

Cuba sin embargo, en medio de tantos problemas, se ha mantenido a lo largo de estos cinco años desde la partida física de Fidel como un ejemplo de independencia política frente a su enemigo del norte, una cuestión invariable para sus determinación de seguir construyendo el socialismo, quizás un socialismo con «características cubanas«, con errores y virtudes, que corresponde al pueblo cubano corregir o no en su paso hacia una sociedad mucho más justa, equitativa y democrática, un derecho soberano como cualquier otro país.

141550cookie-checkImagen repentina de Fidel Castro aparece sobre el cielo de Cuba y deja cautivados a los cubanos

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