Según indican, incluso en el contexto del más alto nivel de entendimiento mutuo y coordinación política entre Rusia y China, sus lazos económicos han enfrentado una seria prueba a la luz de las sanciones occidentales.

Como se desprende del informe titulado Asociación Estratégica entre Rusia y China en las Condiciones de la Crisis Europea que el Club de Discusión Valdai presentó en el Foro Económico Oriental el martes, las relaciones entre Rusia y China son más que aliadas por naturaleza, destacando que Occidente subestimó su fuerza, ya que entró en una confrontación directa con Rusia por Ucrania.

Los autores del informe se propusieron analizar la dinámica de la cooperación ruso-china desde el inicio de la operación especial en Ucrania y en el contexto de la crisis que estalló en Europa por ese país.

«Cuando entraron en un enfrentamiento directo con Rusia por Ucrania, los países occidentales subestimaron la escala y la profundidad de la asociación estratégica chino-rusa en la nueva era. Los acontecimientos de los últimos meses han refutado las previsiones sobre la ‘fragilidad’ de las relaciones entre Moscú y Pekín y mostró una visión estratégica común de las dos partes y su voluntad de apoyarse mutuamente para abordar problemas complejos de política exterior», argumentan los expertos.

Los analistas señalan que de febrero a julio, la retórica política de China en relación a la operación de Rusia en Ucrania ha sufrido cambios significativos. «En sus declaraciones oficiales, las autoridades chinas se han ido alejando gradualmente de la redacción cuidadosa y la negativa a apoyar directamente a Rusia, observada a principios de la primavera, hacia una postura cada vez más prorrusa», dice el informe.

El texto resalta que tal evolución muestra que China está mirando el problema ucraniano de acuerdo con el estatus de «una gran potencia que es consciente del grado de su responsabilidad por la seguridad global».

Los expertos, en particular, llamaron la atención sobre el hecho de que las autoridades en Pekín ahora enfatizan las razones sólidas de las preocupaciones de Moscú sobre los problemas de seguridad europeos. El liderazgo chino demuestra comprender que Rusia no habría usado la fuerza «si los países occidentales hubieran estado listos para un diálogo significativo y para hacer que las autoridades de Kiev cumplieran con sus obligaciones».

“A mediados de marzo de 2022, Washington se dio cuenta de la inutilidad de sus intentos de persuadir a China para que adoptara una posición menos prorrusa sobre el tema de Ucrania y lanzó una contraofensiva contra China en otra dirección importante. Estados Unidos comenzó a provocar el liderazgo de China sobre Taiwán. Esta política culminó con la visita a Taipei de la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi», explican los analistas en su informe.

Según indican, incluso en el contexto del más alto nivel de entendimiento mutuo y coordinación política entre Rusia y China, sus lazos económicos han enfrentado una seria prueba a la luz de las sanciones occidentales.

El equipo de autores de Valdai señala también que estas dificultades eran inminentes, ya que ambos países están integrados en el sistema económico mundial, que durante mucho tiempo se había construido bajo la influencia de los estados occidentales.

Las sanciones causaron un impacto adverso en la cooperación ruso-china: las cadenas de suministro se interrumpieron y varias de las empresas chinas más grandes redujeron sus actividades en Rusia por temor a restricciones secundarias por parte de Estados Unidos y sus aliados. Sin embargo, los expertos son unánimes en destacar que las relaciones económicas entre China y Rusia en su conjunto han resistido este golpe. «El comercio bilateral ha ido creciendo contra viento y marea», subrayan.

«Los observadores creen que la retirada de las empresas chinas más grandes del mercado ruso no es irreversible. Algunas de ellas han mantenido su presencia en Rusia, aunque en una escala reducida«, dice el informe.

«La presión adicional de las sanciones de Estados Unidos sobre China, en particular, en caso de que la situación en torno a Taiwán se agrave, puede hacer que el temor de China a las sanciones secundarias sea irrelevante. Por el momento, Rusia cooperará en mayor medida con China, empresas de segundo nivel, que hasta ahora han operado principalmente en el mercado interno chino y, por lo tanto, son menos vulnerables a las sanciones», se agrega en el texto.

150980cookie-checkOccidente «se tiró en el pié» al subestimar los lazos entre Rusia y China cuando desencadenó el conflicto ucraniano

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