Según se dijo, la actividad estadounidense en la creación y el despliegue de sistemas globales de defensa antimisiles en varias regiones del mundo sigue siendo un factor negativo cargado de riesgos significativos para la estabilidad estratégica.
Rusia está pidiendo a Estados Unidos y sus aliados que se comprometan a no ser los primeros en desplegar sistemas que anteriormente estaban prohibidos en virtud del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (Tratado INF), dijo el director del departamento de no proliferación y no proliferación del Ministerio de Relaciones Exteriores. control de armas, Vladimir Yermakov.
«La actividad de Estados Unidos en la creación y despliegue de sistemas globales de defensa antimisiles en varias regiones del mundo, en combinación con la creación del potencial de armas no nucleares de alta precisión capaces de resolver tareas estratégicas, sigue siendo un factor negativo cargado de riesgos significativos para la estabilidad estratégica», dijo Yermakov, en un comunicado hecho público en una reunión de la Primera Comisión de la Asamblea General de la ONU. La declaración fue leída por el subdirector del departamento, Konstantin Vorontsov.
«En violación de las obligaciones en virtud del Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares, la OTAN sigue adelante con la práctica de misiones nucleares conjuntas en las que participan países europeos no nucleares en cuyo territorio se despliegan bombas nucleares estadounidenses. Modernización desestabilizadora de estas armas y su lanzamiento vehículos se está llevando a cabo. Hemos enfatizado repetidamente la necesidad de devolver las armas nucleares estadounidenses al territorio nacional de los Estados Unidos, eliminando la infraestructura para su despliegue en Europa y restringiendo las misiones nucleares conjuntas», destaca el texto.
Además, el mismo agrega que «la rescisión del tratado sobre la eliminación de misiles de alcance intermedio y de alcance más corto como resultado de la retirada de los Estados Unidos ha producido una situación en la que, en términos de acuerdos internacionales de desarme de misiles nucleares, el mundo ha retrocedido en más de 30 años», dijo Yermakov.
«Instamos a Washington y sus aliados a mostrar responsabilidad y asumir, sobre la base de la reciprocidad, obligaciones similares a las asumidas por Rusia, para no ser los primeros en desplegar sistemas previamente prohibidos por el Tratado INF», puntualizó el funcionario ruso.
Las acusaciones mutuas de Rusia y Estados Unidos de violar el INF son cada vez más fuertes. ¿Significa esto que se avecina una nueva carrera armamentista?
El Tratado en cuestión es un acuerdo entre la URSS y los EEUU firmado por los entonces presidentes Mijaíl Gorbachov y Ronald Reagan el 8 de diciembre de 1987 durante la cumbre soviético-estadounidense en Washington, la capital de Estados Unidos.
El tratado entró en vigor el 1 de junio de 1988. Por primera vez en la historia, el tratado hizo posible eliminar toda una clase de armas: las partes se comprometieron a destruir todos los complejos de misiles balísticos y de crucero basados en tierra de mediano (1000-5500 km) y más cortos (de 500 a 1000 km), y tampoco producir, probar o desplegar tales cohetes en el futuro.
De acuerdo con el Tratado, las partes debían destruir todos los lanzadores y misiles terrestres con un alcance de 500 a 5500 kilómetros, incluidos los misiles en el territorio europeo y asiático de la URSS, en un plazo de tres años. El tratado preveía procedimientos de verificación por parte de inspectores que debían monitorear la destrucción de los misiles del lado opuesto.
El desarrollo de la tecnología durante los más de 30 años que han pasado desde la firma del Tratado sobre la Eliminación de las Fuerzas INF, ya sea para revisar sus términos, o para prepararse para el crecimiento cada vez mayor de las lagunas técnicas que permiten eludir las letras del tratado.
Desde el lado estadounidense, el despliegue del sistema de defensa antimisiles AegisAshore en Europa del Este parece sospechoso. Además de los antimisiles SM-3, que también son capaces de servir como plataforma de lanzamiento de misiles de crucero Tomahawk.
Y de las futuras “adquisiciones” de potenciales infractores del tratado, cabe mencionar drones pesados totalmente aptos para los prohibidos por el Tratado de Eliminación del Tratado INF, capaces de cubrir una distancia superior a 500 km con una ojiva.
Estados Unidos utiliza infraestructura espacial con fines militares en contexto ucraniano.
Konstantin Vorontsov también dió lectura en el evento de las palabras de Vladimir Yermakov, señalando que en el contexto del conflicto en Ucrania, Estados Unidos emplea componentes de la infraestructura espacial civil con fines militares, pero dicha infraestructura cuasi civil puede convertirse en un objetivo legítimo para las represalias.
«En el curso de los acontecimientos en Ucrania, se ha desarrollado una nueva tendencia extremadamente peligrosa. Estados Unidos y sus aliados están utilizando componentes de infraestructura civil en el espacio, incluidos los comerciales, con fines militares», dijo Yermakov.
«Tales actividades, de hecho, equivalen a la participación indirecta en conflictos armados, mientras que la infraestructura cuasi-civil puede convertirse en un objetivo legítimo para las represalias. Como resultado de tales acciones por parte de Occidente, la sostenibilidad de las actividades espaciales pacíficas, así como numerosas Los procesos socioeconómicos de la Tierra, de los que depende el bienestar de las personas, están expuestos a riesgos indebidos», sotuvo el texto.
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