Los opositores de Bolsonaro lo criticaron por la respuesta del gobierno a la pandemia de covid-19, que ha causado la muerte de casi 700.000 personas.

El ex presidente izquierdista brasileño y líder del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, venció el domingo en segunda vuelta electoral al actual mandatario de Brasil y ultraderechista conservador, Jair Bolsonaro, durante la carrera presidencial que ha sido catalogada como la «más reñida» de ese paí latinoamericano en su historia.

A pesar de estar procesado por un cargo de corrupción no probado y por el cuál estuvo preso hace tres años, Lula da Silva no perdió el apoyo de sus seguidores que contra viento y marea mostraron su apego a la causa de su líder en todo el período de mandato de Bolsonaro. Su victoria consolida el giro de América Latina hacia la izquierda.

La victoria de da Silva en Brasil, hogar de 215 millones de personas, significa que todos los países importantes de América Latina, desde Argentina hasta México, estarán dirigidos por un gobierno de izquierda cuando asuma el cargo el 1 de enero próximo.

Lula, quien presidió Brasil por última vez entre 2003 y 2010, obtuvo 60 millones de votos para asegurar el 50,9 % de las papeletas del electorado, mientras que su rival obtuvo el 49,1% de los votos con el 99,5% de las urnas escrutadas, según informaron las autoridades electorales.

La victoria del ex dirigente sindicalista fue recibida con júbilo entre los simpatizantes que llenaron la principal avenida Paulista de São Paulo, muchos envueltos en la bandera roja de su Partido de los Trabajadores. Para da Silva, más conocido en Brasil e internacionalmente como Lula, fue su sexta carrera presidencial desde 1989, lo que marca un regreso al poder 12 años después de dejar el cargo.

Durante la campaña electoral, Lula se comprometió a aumentar el salario mínimo y gastar más persupuesto social en los pobres, propuestas populares entre millones de familias que sufren las consecuencias de la pandemia de Covid-19 y la crisis económica mundial en un país habitado por 250 millones de personas.

«Estoy aquí para gobernar este país en una situación muy difícil, con ayuda del pueblo vamos a encontrar una salida para que este país vuelva a vivir democráticamente». «Estas han sido una de las «elecciones más importantes de la historia, que colocaron frente a frente a dos proyectos opuestos del país», afirmó el presidente electo en sus primeras declaraciones trás conocerse los resultados electorales. 

«A nadie le interesa vivir en una familia donde reina la discordia. Es hora de volver a unir a las familias, reconstruir los lazos de amistad rotos por la propagación criminal del odio. A nadie le interesa vivir en un país dividido, en estado de guerra permanente», manifestó Lula en un acto de celebración reunido con sus simpatizantes.

Bolsonaro se convirtió en el primer presidente en no ganar la reelección en los 25 años desde que una enmienda constitucional hizo posible la reelección. El actual presidente había enfrentado una ardua batalla para seguir siendo presidente, a pesar de que sorprendió a los analistas al obtener mejores resultados de lo esperado en la primera ronda de votación del 2 de octubre al obtener el 43,2% de los votos.

Los opositores de Bolsonaro lo criticaron por la respuesta del gobierno a la pandemia de covid-19, que ha causado la muerte de casi 700.000 personas en Brasil. Muchos brasileños también lo culpan por el aumento de la pobreza y el hambre que ahora afecta a 33 millones de personas, según el grupo de investigación brasileño Penssan.

Para muchos votantes, da Silva ofreció un regreso a un pasado más próspero. En sus dos mandatos que terminaron en 2010, más de 25 millones de personas salieron de la pobreza, según la Fundación Getulio Vargas.

158440cookie-checkOtro país de Latinoamérica gira a la izquierda con victoria de Lula da Silva en segunda vuelta de elecciones presidenciales

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