Según las últimas estimaciones, los republicanos ganaron 198 escaños en la Cámara de Representantes, mientras que los demócratas tienen 178.
Los resultados de las elecciones intermedias celebradas el martes en los Estados Unidos siguen sin estar claros hasta pasado el miércoles con el conteo inicial de votos, cuyo desenlace preliminar está dando ventaja a los republicanos en la Cámara de Representantes, mientras que el control del Senado aún está por definirse.
Según las últimas estimaciones de analistas de prensa, los republicanos ganaron 198 escaños en la Cámara de Representantes, mientras que los demócratas tienen 178. Para controlar la Cámara se necesitan 218 escaños. Hasta ahora, los demócratas han prevalecido en el Congreso.
Kevin McCarthy, el líder de la minoría republicana en la Cámara, ya se ha mostrado confiado en que su partido retome el control de la misma. «Esta noche, nos basamos en esas ganancias [de] hace dos años, y está claro que vamos a recuperar la Cámara», dijo el político en una fiesta de la noche de las elecciones. También declaró con confianza que los republicanos «serán mayoría» en la Cámara.
Ambos partidos, según previsiones de los expertos, han obtenido hasta ahora 48 escaños en el Senado. El resultado de la carrera ahora depende principalmente del conteo de votos en Arizona, Wisconsin, Georgia y Nevada, y es imposible decir con certeza cuánto tiempo llevará el conteo de votos allí.
Las autoridades de Georgia no descartan que se puedan realizar elecciones de segunda vuelta en diciembre debido al estrecho margen entre sus candidatos, y en Nevada, algunas de las papeletas no se procesarán hasta la tarde del miércoles.
En la actualidad, el Senado está dividido en partes iguales entre republicanos y demócratas, que tienen 50 escaños cada uno. Sin embargo, con la demócrata Kamala Harris como vicepresidenta, sus compañeros de partido automáticamente tienen una ventaja.
El vicepresidente de EEUU también es presidente del Senado y puede emitir el voto decisivo en un Senado dividido. Entonces, los republicanos necesitan al menos 51 escaños en el Senado para retomar el control. Entre otras cosas, esto les permitiría bloquear efectivamente las iniciativas del presidente demócrata Joe Biden.
En general, las esperanzas republicanas de obtener una victoria abrumadora en las elecciones intermedias aún no se han materializado. En particular, se basaron en el hecho de que los índices de aprobación de Biden habían caído drásticamente en los últimos meses, principalmente debido a los problemas económicos que enfrenta el país, incluida una tasa de inflación muy alta.
En este contexto, muchos predijeron que los republicanos ganarían mucho más terreno en el Congreso. Sin embargo, como ha dicho la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, la mayoría de los demócratas «están superando con creces las expectativas en todo el país».
Los analistas políticos estadounidenses se han centrado en la reelección aplastante de Ron DeSantis como gobernador de Florida. Esta victoria lo coloca en una mejor posición para una posible candidatura a la nominación presidencial republicana de 2024.
Si ese es el caso, podría ser un fuerte oponente para su rival de partido, el ex presidente estadounidense Donald Trump, quien se espera que anuncie su intención de postularse para presidente. Trump ya ha dejado en claro que estaría listo para desafiar a DeSantis en una carrera feroz, si se presentara.
Florida se convierte en el foco de atención más agudo antes de la próxima carrera presidencial, ya que se encuentra entre los pocos estados de EEUU donde no está claro cuál de los dos partidos o qué candidato prevalecerá hasta el último momento.
