El líder norcoreano se comprometió a «responder a las armas nucleares con armas nucleares».
Pyongyang seguirá tomando medidas contra las provocaciones militares de Estados Unidos y Corea del Sur, cuyos gobiernos siguen siendo «abiertamente hostiles» a Corea del Norte, dijo el jueves el líder de la RPDC (República Popular Democrática de Corea), Kim Jong Un, tras el lanzamiento de un misil balístico intercontinental Hwasong-17.
«Seguiré trabajando para que Estados Unidos y Corea del Sur, que son abiertamente hostiles a nuestra república, se den cuenta de la imprudencia de los ejercicios militares a gran escala que realizan con frecuencia en la zona de la península de Corea», dijo la voz estatal de Corea del Norte La Radio de Corea, quien lo citó diciendo el viernes.
Amenazó a Washington y Seúl con «contramedidas» si continúan con sus «provocaciones militares» contra la RPDC.
No se reveló la esencia de esas contramedidas.
El líder norcoreano también se comprometió a «responder a las armas nucleares con armas nucleares y a una confrontación abierta, con una confrontación abierta».
En ese sentido, instó a las fuerzas estratégicas del país a mantenerse preparadas “para los conflictos armados y cualquier forma de guerra”. Al mismo tiempo, Kim reiteró que el objetivo final de Pyongyang es disuadir la guerra y garantizar una vida pacífica.
Un misil balístico intercontinental (ICBM) Hwasong-17 fue disparado desde un sitio en Pyongyang el jueves. Cubrió la distancia de unos 1.000 kilómetros, alcanzando la altitud máxima de 6.045 kilómetros. El misil tardó alrededor de 67 minutos en alcanzar un objetivo designado en el Mar de Japón. El lanzamiento del 16 de marzo fue la octava prueba de misiles de Corea del Norte desde principios de año. Tuvo lugar en el período previo a la primera visita del presidente de Corea del Sur a Japón en 12 años.
