Será la primera visita a China de un diplomático estadounidense de alto rango desde octubre de 2018.
La próxima visita del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, a China no significa que habrá un deshielo en las relaciones entre Pekín y Washington, dijo el viernes a la estatal agencia de noticias rusa TASS, Qian Feng, investigador principal del grupo de expertos del Instituto Taihe.
«La visita de Blinken a Pekín está programada para comenzar tentativamente el 18 de junio. Será la primera visita a China del diplomático de más alto rango de Estados Unidos desde octubre de 2018», dijo Feng.
«Hoy en día, es imposible devolver las relaciones entre China y Estados Unidos a su estado anterior. Sin embargo, ¿significa esto que China y Estados Unidos no podrán cooperar? Dada la situación actual en el mundo, dicha cooperación no tiene un alcance infinito, potencial, pero la falta de interacción entre China y Estados Unidos también es absolutamente inimaginable», agregó Qian Feng.
El experto señaló que Washington siguió destacando su rivalidad estratégica con Pekín. «Esto ha llevado a una situación difícil y complicada en las relaciones entre China y Estados Unidos, que nunca antes se había visto, y han surgido riesgos extraordinarios», enfatizó el analista.
El politólogo chino señaló que aunque «la era de la cooperación entre las principales potencias» ha terminado, el diálogo intensivo sigue siendo una parte integral de la interacción.
«Hay señales de que las relaciones entre China y Estados Unidos han salido del congelamiento total. Sin embargo, Estados Unidos necesita cambiar el punto de partida para avanzar en el diálogo estratégico para que las relaciones puedan comenzar a fortalecerse y descongelarse verdaderamente», destacó el experto.
Según Qian, para mejorar la situación, Washington debería adoptar una postura más realista hacia el resto del mundo, incluida la República Popular China.
El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, tiene la intención de realizar una visita a China los días 18 y 19 de junio. El viaje, inicialmente programado para febrero, fue pospuesto debido a un incidente relacionado con un globo aerostático chino derribado por un misil en el espacio aéreo estadounidense.
Pekín argumentó entonces que se trataba de un globo meteorológico, pero la administración de Washington insiste en que se estaba utilizando para recopilar información confidencial.
