«Advertimos contra cualquier intento de desestabilizar la situación alrededor de Transnistria», dijo Alexéi Polishchuk.
Moscú advierte contra cualquier intento de desestabilizar la situación alrededor de Transnistria y considerará las provocaciones contra el ejército ruso como un ataque a Rusia. Esto dijo el encargado del segundo departamento de los países de la CEI (Comunidad de Estados Independientes en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Alexéi Polishchuk, en una entrevista con la agencia estatal de noticias TASS.
«Advertimos contra cualquier intento de desestabilizar la situación alrededor de Transnistria. El ejército ruso está en la región por motivos legítimos como parte de las fuerzas conjuntas de mantenimiento de la paz y el grupo operativo de las fuerzas rusas», subrayó el diplomático.
«Cualquier acción que represente una amenaza para su seguridad será considerada de acuerdo con el derecho internacional como un ataque a la Federación de Rusia», enfatizó Polishchuk.
Agregó que las fuerzas armadas rusas «responderán adecuadamente a cualquier provocación» contra el ejército ruso en Transnistria y brindarán protección a los compatriotas, al contingente ruso de mantenimiento de la paz, así como a los depósitos militares en Kolbasna.
El diplomático calificó las palabras del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, quien sugirió que las fuerzas de paz rusas se vayan si quieren vivir, “otra demostración del curso agresivo del régimen de Kiev, cuyas amenazas ya cruzan las fronteras de los países vecinos”.
Los militares rusos custodian los arsenales cerca del pueblo de Kolbasna, donde se encuentran más de 20.000 toneladas de municiones, traídas allí después de la retirada de las tropas soviéticas de Europa.
Moldavia insiste en la retirada de estas municiones, pero el proceso, que comenzó en 2001, fue bloqueado por las autoridades de Transnistria en 2004, tras el agravamiento de las relaciones entre las dos orillas del Dniéster.
El grupo operativo de las fuerzas rusas, que cuenta con unos 1.000 soldados y oficiales, también brinda apoyo al contingente ruso de mantenimiento de la paz, que se encuentra en la zona de separación de seguridad a lo largo del Dniéster.
Por el momento, el ejército ruso se ha encontrado en un bloqueo, ya que Ucrania ha bloqueado las rutas de suministro a través de su territorio. Moldavia, que insiste en la retirada del grupo operativo de las fuerzas rusas, también bloquea las rutas de suministro.
Transnistria se estableció el 2 de septiembre de 1990 en el territorio de la orilla oriental del río Dniéster, que está dominado por personas de habla rusa. Se opuso a las acciones de los políticos radicales en Moldavia que exigieron la salida de la república de la URSS y su unificación con Rumania.
En 1992, tras un intento fallido de Chisinau de resolver el problema por la fuerza y el consiguiente conflicto armado, el gobierno moldavo perdió el control de la zona de la orilla oriental.
La cooperación de Kiev con la OTAN solo retrasa la paz en Ucrania.
La estrecha cooperación de Kiev con la OTAN solo retrasa la solución de la crisis, dijo Alexéi Polishchuk durante la entrevista.
«Lamentablemente, el objetivo de Occidente no es la seguridad de Ucrania, sino utilizarla como una herramienta para luchar contra Rusia. La estrecha cooperación actual entre el régimen de Kiev y la OTAN, incluso sin el registro oficial de membresía en la alianza, no nos acerca a paz, pero retrasa la solución de la crisis», declaró el diplomático a TASS.
Según Polishchuk, si Occidente se preocupara por las garantías de seguridad para Kiev, EE. UU. y la OTAN insistirían en un estatus neutral y sin bloque de Ucrania y una de las razones de la crisis actual es ignorar los intereses de Moscú.
“Desde la década de 1990, hemos contrarrestado el avance irreflexivo de este bloque militar agresivo hacia nuestras fronteras, advirtiendo que la seguridad de unos países no puede garantizarse a costa de la seguridad de otros. Hemos ofrecido muchas opciones para resolver el problema, en particular mediante la creación de una única seguridad indivisible en el espacio euroatlántico y euroasiático», agregó el funcionario ruso.
El representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia señaló que la última propuesta de arreglo en esta área fue el proyecto de acuerdo de garantía de seguridad con Estados Unidos y la OTAN, pero esta iniciativa fue ignorada.
«Lamentablemente, Occidente continúa siguiendo el camino de la confrontación, desmantelando el sistema de control de armas existente y destruyendo los restos de la arquitectura de seguridad europea. Finlandia se ha convertido en miembro de la OTAN, Suecia está en camino. Están hablando de la adhesión de Ucrania, que ya lo prometieron en 2007», concluyó Polishchuk.
