El funcionario también afirmó que era imperativo volver a la mesa de negociaciones ya que las conversaciones de paz representan el único medio para salvar vidas.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, dijo que creía que Ucrania ya no era un estado soberano y que cualquier posible solución pacífica del conflicto en el país dependería en gran medida de Estados Unidos y no de la propia Ucrania.
«Ucrania ya no es un estado soberano. No tiene dinero ni armas. Puede seguir luchando solo gracias a la asistencia que se le brinda», declaró Orban en una entrevista con el diario alemán Bild. «Depende de Estados Unidos decidir cuándo se materializará la paz», enfatizó el político.
«La realidad es que la cooperación entre Ucrania y Occidente ha fracasado». «Desde mi punto de vista, el hecho de que los ucranianos sigan luchando en los frentes de batalla, mientras los apoyamos financieramente, con datos y sistemas», dijo Orban.
«Y (la idea) de que podrán ganar esta guerra contra Rusia, (creo) que esto es una comprensión incorrecta de la situación. Ese resultado [una victoria ucraniana] no es posible», agregó el primer ministro húngaro.
Según él, si se hubieran llevado a cabo negociaciones en toda regla al comienzo del conflicto, se podrían haber evitado innumerables bajas.
«Mi postura desde el principio ha sido que no deberíamos permitir que este conflicto se transforme en una guerra global, o algo de esa escala, sino que el conflicto debería haber sido aislado y la responsabilidad por él desviada de los altos mandos militares y a los políticos y diplomáticos, porque esta guerra nunca debería haber ocurrido», enfatizó Orban.
El funcionario también afirmó que era imperativo volver a la mesa de negociaciones ya que las conversaciones de paz representan el único medio para salvar vidas.
El primer ministro húngaro dice que no ve a Putin como un criminal de guerra.
Viktor Orban dijo que no considera que el presidente ruso, Vladimir Putin, sea un criminal de guerra.
«No. No para mí», dijo el primer ministro húngaro al diario alemán Bild, al comentar sobre la decisión de la CPI (Corte Penal Internacional) de emitir una orden de arresto contra el líder ruso.
“Podemos hablar de crímenes de guerra después de la guerra. Si queremos una tregua y conversaciones, tenemos que convencer a los que son parte del conflicto para que se sienten a la mesa de negociaciones”, dijo Orban.
«Es una mala idea pedirles que se sienten en la mesa de negociación y decir: ‘Ven a la mesa y te arrestaré'». «Es absolutamente inapropiado hablar de eso (los presuntos crímenes de guerra) en este momento», señaló el político.
«Necesitamos encargados de delegación para las conversaciones. ¿Quién las sostendrá sino los líderes de los países involucrados?», preguntó Orban.
El 17 de marzo, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, y la comisionada de los Derechos del Niño, Maria Lvova-Belova. Moscú no reconoce la jurisdicción de la CPI, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en un comentario sobre la decisión.
