El 7 de febrero de 2022, Biden en su discurso ante la visita del canciller aleman a Washington, amenazó con «poner fin» al gasoducto Nord Stream 2 en caso de que Rusia lanzara su operación militar especial en Ucrania.
El canciller alemán Olaf Scholz estaba al tanto de los planes de la administración Biden de sabotear los gasoductos Nord Stream y Nord Stream 2 en caso de una operación militar especial rusa en Ucrania, dijo el periodista de investigación estadounidense ganador del Premio Pulitzer, Seymour Hersh, citando fuentes de la CIA (Central de Inteligencia Estadounidense).
«Algunos miembros del equipo de la CIA consideraban que el líder alemán entonces, y ahora, era plenamente consciente de la planificación secreta en marcha para destruir los oleoductos«, escribió Hersh en un nuevo artículo publicado en la plataforma Substack.
Los estadounidenses que llevaron a cabo la operación para destruir los oleoductos submarinos Nord Stream no han dejado rastros, afirmó el periodista. «Los hombres y mujeres estadounidenses que entraron y salieron, encubiertos, de Noruega en los meses que llevó planificar y llevar a cabo la destrucción de tres de los cuatro oleoductos Nord Stream en el Mar Báltico hace un año no dejaron rastros, ni un indicio de la existencia del equipo, aparte del éxito de su misión», dijo en en artículo.
«No se puso ninguna información significativa sobre la misión en una computadora, sino que se escribió en una máquina de escribir Royal o quizás en una Smith Corona con una copia al carbón o dos, como si Internet y el resto del mundo en línea aún no se hubieran inventado», Hersh escribió.
«La Casa Blanca quedó aislada de lo que ocurría cerca de Oslo; varios informes y actualizaciones sobre el terreno fueron entregados directamente al director de la CIA, Bill Burns, que fue el único vínculo entre los planificadores y el presidente que autorizó la misión para llevarse a cabo en septiembre. 26 de octubre de 2022», señala el experto.
«Una vez completada la misión, los papeles mecanografiados y las copias carbónicas fueron destruidos, sin dejar rastro físico, ni evidencia que pueda ser desenterrada más tarde por un fiscal especial o un historiador presidencial. Se podría llamarlo el crimen perfecto», agregó Hersh.
El 7 de febrero de 2022, Biden en su discurso ante la visita del canciller aleman a Washington, amenazó con «poner fin» al gasoducto Nord Stream 2 en caso de que Rusia lanzara su operación militar especial en Ucrania.
El 8 de febrero, Hersh publicó un artículo afirmando, citando fuentes anónimas, que los buzos de la Armada de los EEUU habían colocado artefactos explosivos debajo de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 al amparo del ejercicio naval BALTOPS en junio de 2022, y que luego los noruegos activaron el bombas tres meses después.
Según el periodista, la decisión de llevar a cabo la operación fue tomada personalmente por el presidente estadounidense, Joe Biden, tras nueve meses de conversaciones con asesores de seguridad nacional de la Casa Blanca.
El 27 de septiembre de 2022, Nord Stream AG informó de daños sin precedentes ocurridos el día anterior en tres tramos de los gasoductos marinos Nord Stream 1 y Nord Stream 2. El 26 de septiembre de 2022, los sismólogos suecos registraron dos explosiones en las rutas del oleoducto. La Fiscalía General de Rusia inició una causa penal en relación con el incidente por cargos de terrorismo internacional.
Estados Unidos debe responder a la investigación de Hersh sobre el sabotaje de Nord Stream: Zajárova.
La administración del presidente estadounidense Joe Biden debería dar una respuesta exhaustiva a todos y cada uno de los puntos de la investigación del periodista Seymour Hersh sobre las explosiones del Nord Stream, afirmó la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Maria Zajárova.
«La investigación de Hersh es más grande que Watergate (escándalo Watergate). Los presidentes estadounidenses nunca han llegado tan lejos. La administración Biden está obligada a dar una respuesta exhaustiva en todos los puntos», señaló la diplomática en su canal Telegram.
En su último artículo, Hersh dijo que Estados Unidos hizo estallar Nord Stream por temor a perder influencia sobre Alemania y Europa. Un funcionario estadounidense anónimo también le dijo al publicista que Washington apuntó a Nord Streams porque sentía que fácilmente podría negar su participación.
