El nuevo presidente calificó de «crítica» la situación actual del país y dijo que se trata de una «situación de emergencia».
El nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, ha prometido que la situación en el país finalmente mejorará después de meses de dificultades. «Habrá luz al final del túnel», afirmó en su primer discurso tras la inauguración de su mandato.
Milei también prometió que su período de gobierno será el comienzo de una «nueva era» en la historia de Argentina. Calificó la situación actual del país como «crítica», diciendo que se trata de una «situación de emergencia».
«Las reformas graduales requieren financiación. Pero, lamentablemente, debo decir una vez más que no tenemos dinero», afirmó el nuevo presidente. Durante su campaña electoral subrayó repetidamente que Argentina debería abandonar muchos proyectos de infraestructura financiados con cargo al presupuesto y reducir sus gastos.
Según Milei, las medidas de choque son inevitables y afectarán negativamente «a las actividades económicas, al empleo, a los salarios y al nivel de pobreza». Advirtió sobre los riesgos de hiperinflación y culpó de ello al gobierno anterior.
Siendo un político libertario, Milei defiende la disolución del Banco Central como medida antiinflacionaria y promete privatizar las empresas administradas por el Estado. Aparte de eso, no excluye el uso de dólares estadounidenses como moneda nacional.
Gobierno argentino anuncia mayor devaluación del peso.
Las nuevas autoridades argentinas están devaluando el tipo de cambio oficial del peso a más de la mitad: a 800 por dólar, mientras que antes de la devaluación, 1 dólar al tipo de cambio oficial equivalía a unos 365 pesos.
El Ministro de Economía argentino, Luis Caputo, anunció una fuerte devaluación de la moneda en un discurso televisado. Para combatir la crisis, las autoridades del país también recortarán los subsidios a la energía, cancelarán licitaciones para obras públicas y reducirán el tamaño del gobierno, dijo el ministro.
Tenga en cuenta que en Argentina existen restricciones monetarias, por lo que el Estado fija simultáneamente varias tarifas en pesos para diferentes categorías de usuarios y estas tarifas difieren mucho entre sí.
Los argentinos comunes y corrientes cambian pesos por moneda extranjera y viceversa al tipo de cambio negro (Azul): por un dólar en el mercado cambiario no oficial dan ahora unos 1.070 pesos, y en las plataformas p2p ya ofrecen más de 1.150 pesos por un dólar.
Caputo dijo que la devaluación sería dolorosa en el corto plazo, pero que era necesaria para reducir el déficit presupuestario y reducir la inflación de tres dígitos. «El objetivo es simplemente evitar el desastre y volver a encarrilar la economía», afirmó el ministro de Economía.
Añadió que el país necesita abordar el profundo déficit presupuestario, que estima en el 5,5% del PIB. Según Caputo, Argentina ha tenido déficit presupuestario durante 113 de los últimos 123 años, y esa ha sido la causa de sus problemas económicos.
En Argentina la inflación anual es del 143%, cuatro de cada diez argentinos viven en la pobreza. El país también tiene un déficit presupuestario, un déficit comercial de 43 mil millones de dólares y una deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de 45 mil millones de dólares.
El FMI acogió con satisfacción las medidas de las autoridades argentinas, diciendo que proporcionan una «buena base» para futuras negociaciones con el país sobre su deuda con la institución. «Estas audaces acciones iniciales apuntan a mejorar significativamente las finanzas públicas de una manera que proteja a los más vulnerables de la sociedad y fortalezca el régimen cambiario», dijo la portavoz del FMI, Julie Kozak.
Añadió Kozak que la implementación de estas medidas ayudará a estabilizar la economía y creará las bases para un crecimiento más sostenible, liderado por el sector privado.
Javier Miley asumió el cargo tras la ceremonia de inauguración el 10 de diciembre. Se caracteriza a sí mismo como un anarcocapitalista y durante la campaña electoral expresó decisiones radicales para mejorar la economía argentina. En particular, propuso liquidar el Banco Central del país y abandonar por completo la moneda nacional, reemplazándola por el dólar estadounidense.
