El documento, iniciado por la presidenta Maia Sandu, fue apoyado por los legisladores del Partido de Solidaridad y Acción, mientras que el bloque de oposición de comunistas y socialistas votó en contra.
El parlamento de Moldavia ha adoptado la estrategia de seguridad nacional del país, donde se considera a Rusia como una de las principales amenazas. El documento, iniciado por la presidenta Maia Sandu, fue apoyado por los legisladores del Partido de Solidaridad y Acción, mientras que el bloque de oposición de comunistas y socialistas votó en contra.
«La política agresiva de Rusia tiene una implicación regional fuertemente pronunciada. Por lo tanto, sus acciones hostiles convierten el proceso de desarrollo acelerado del potencial del sistema de seguridad y defensa de Moldavia en un imperativo estratégico», según el documento.
Anteriormente, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, María Zajárova, criticó la iniciativa de l presidente Sandu por considerarla infundada y dijo que Rusia siempre ha respetado los intereses de Moldavia. Describió la posición actual de Chisinau hacia Moscú como rusofóbica.
Según la nueva estrategia, Rumanía será el socio estratégico de Moldavia en el ámbito de la seguridad y la defensa. Además, Moldavia fortalecerá la cooperación en materia de seguridad y defensa con los países de la Unión Europea, así como con el Reino Unido, Estados Unidos y Turquía. También revitalizará la cooperación con la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).
Los autores del documento señalan que Moldavia necesita fuerzas armadas bien equipadas y entrenadas que sean altamente compatibles con los ejércitos de sus países socios. Para estos fines, está previsto aumentar el gasto militar hasta el 1% del PIB en los próximos diez años.
Este año, Moldavia, un Estado neutral según su constitución, aumentó su presupuesto de defensa en un 68%, a 1.500 millones de leu (89 millones de dólares), o alrededor del 0,55% del PIB del país. Además, Chisinau ha pedido ayuda militar a la Unión Europea y a Estados Unidos.
La militarización de Moldavia causó preocupación en la no reconocida República de Transnistria. A Tiraspol también le preocupa el creciente número de ejercicios militares realizados en las proximidades de la zona de amortiguamiento protegida por las fuerzas de paz rusas.
Las autoridades de Transnistria están preocupadas por la militarización de Moldavia.
Las autoridades de Transnistria están preocupadas por el aumento de las compras de armas por parte de Moldavia y los frecuentes ejercicios militares, dijo Oleg Belyakov, copresidente en la Comisión Conjunta de Control que supervisa las operaciones de mantenimiento de la paz de la república no reconocida.
«¿Con quién van a luchar? ¿Contra quién van a usar estas armas? Supongo que no contra su propia población, no contra Ucrania o Rumania. Significa que cuando hablan de seguridad en el sentido militar de la palabra, implica obviamente algún tipo de confrontación, también con Transnistria«, citó a Belyakov el canal de televisión TSB.
En 2023, las autoridades de Moldavia aumentaron el presupuesto militar en un 68%, a 1.523 leu (89 millones de dólares), intensificaron la cooperación militar con Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN, lo que aumentó el suministro de armas a la república.
Fuerzas de paz rusas, que fueron desplegadas en la zona del conflicto de Transnistria en virtud del acuerdo del 21 de julio de 1992 con Moldavia sobre la solución pacífica del conflicto armado en la región de Transnistria de Moldavia.
Aparte de eso, un grupo de fuerzas rusas de alrededor de 1.000 soldados y oficiales está desplegado en la región para garantizar la seguridad de los depósitos que contienen más de 20.000 toneladas de municiones que fueron almacenadas allí después de la retirada de las tropas soviéticas de los países europeos.
En 2001 se inició una campaña de retirada y eliminación de armas y municiones, pero en 2004 las autoridades de Transnistria la interrumpieron tras el deterioro de las relaciones con Moldavia. Estas tropas también están apoyando a las fuerzas de paz que se encuentran literalmente bajo bloqueo después de que Ucrania bloqueara las rutas logísticas a través de su territorio.
