Maria Zajárova destacó que los serbios conocen su historia y «nunca, a diferencia de Ucrania, la han abandonado».
El pueblo serbio es capaz de resistir los esfuerzos de Occidente para inmiscuirse en sus asuntos internos y provocar una crisis en el país, afirmó la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, María Zajárova, en una entrevista con el canal de televisión estatal Rossiya-24.
«Vemos que hay componentes muy serios en esta intervención occidental en Serbia, una interferencia en los asuntos internos». «Lo más importante es que Serbia y el pueblo serbio tienen esta inmunidad. Es una gran prueba, es un largo camino para contrarrestar el ataque de Occidente que Serbia ahora está tratando de afrontar, pero creo en ellos, dijo Zajárova.
“Yo estoy convencida de que, sea cual sea el escenario que esté tramando Occidente, el pueblo serbio tiene algo a lo que responder», destacó la diplomática rusa.
Zajárova señaló que los serbios conocen su historia y «nunca, a diferencia de Ucrania, la han abandonado».
«Honran sagradamente a todos aquellos que no sólo trabajaron por la prosperidad de su Estado, sino que también sacrificaron sus vidas, por ejemplo, en el siglo XX y también antes. Esta inmunidad está profundamente arraigada y no puede romperse fácilmente o simplemente cancelado, ya que esto no funcionará», dijo la vocera.
El bloque de oposición Serbia contra la Violencia afirma que las elecciones parlamentarias y municipales del país que se celebraron el 17 de diciembre estuvieron amañadas.
La oposición comenzó a manifestarse frente al edificio de la Comisión Electoral Republicana en Belgrado el 18 de diciembre e intentó asaltar el edificio del ayuntamiento el 24 de diciembre. Los disturbios fueron dispersados por la policía, que detuvo a 38 personas.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, describió el intento de apoderarse del Ayuntamiento de Belgrado como un ataque a la soberanía del país, mientras que la primera ministra Ana Brnabic dijo que Moscú había advertido a Belgrado sobre posibles disturbios.
La Comisión Electoral Republicana decidió que el 30 de diciembre se celebraría una repetición de las elecciones en 28 colegios electorales. Serbia Contra la Violencia se negó a participar. Los activistas de la oposición anunciaron una gran protesta en Belgrado el día de la repetición.
