Según dos ex-embajadores suecos, el país en vez de estrechar su acercamiento con la OTAN debería enfocarse en suavizar las tensiones entre las grandes potencias.

En un artículo para el medio de prensa sueco, ETC, el ex-embajador de Suecia en Rusia, Sven Hirdman, y el ex-embajador sueco en Estados Unidos, Rolf Ekeus, destacaron que la amenaza más importante para la seguridad de Suecia es la posibilidad de una nueva guerra importante en Europa, durante la cual Rusia podría atacar a Suecia.

Según expusieron los diplomáticos suecos en el escrito, el ataque «no provocado» de Rusia en solitario contra Suecia es «un escenario extremadamente improbable: por varias razones, en primer lugar, «Suecia no es un objetivo estratégicamente importante para Moscú, ya que no tiene reclamos territoriales históricos al respecto», remarcaron Hirdman y Ekeus.

En segundo lugar, destacan, un ataque ruso a Suecia, un país «neutral» que se ha adherido al principio de no alineamiento con bloques militares durante 200 años, revolucionará por completo la política de seguridad en Europa y provocará una fuerte reacción de actores como la UE y la OTAN.

Por otra parte, para Rusia, las desventajas de un ataque militar contra Suecia superan con creces los beneficios, en ese sentido, de llevarse a cabo tal escenario, «Rusia tendría que existir en un bloqueo económico y político aún más duro. Además, no hay absolutamente ninguna señal de que al menos alguien en en el país euroasiátcio tenga algún interés en tal idea», enfatizaron.

En cuarto lugar, tanto Sven Hirdman como Rolf Ekeus coinciden en señalar que «Rusia no es la URSS«, argumentando que «sorprendentemente, la Federación de Rusia no comunista, con una economía de mercado y el presidente Vladimir Putin a la cabeza parece asustar a Suecia más que la dictadura comunista de la URSS, dirigida por Joseph Stalin y sus sucesores, que conquistaron la mitad de Europa».

Entre tanto, los ex-embajadores suecos, también ven «extremadamente improbable» un ataque de Rusia a Finlandia en este momento, así como un ataque a los Estados bálticos y Polonia, en este último caso porque el país vecino está protegido por su pertenencia a la OTAN.

Para los autores del texto, la mera suposición de que Moscú, en ausencia de una amenaza seria sobre su territorio, podría atacar militarmente a los estados de Europa occidental, no tiene nada que ver con la realidad, según resaltaron, «para el liderazgo ruso, esto equivaldría a un suicidio», ya que aseguraron esa «política no cuenta con el apoyo de la población rusa».

En ese orden, los dos diplomáticos de Suecia sostienen que, «el argumento de que los conflictos con Georgia en 2008 y con Ucrania en 2014 sugieren claramente que Moscú está siguiendo una política agresiva que podría extenderse a Europa Occidental no se sostiene», manifestando que esos conflictos anteriores son causados ​​por fricciones de naturaleza étnica, y de otro tipo, que fueron incorporadas a la estructura del estado soviético, y surgieron después de su colapso, enfatizaron.

Por otro lado, Sven Hirdman y Rolf Ekeus destacan también que, la atención tanto de los países vecinos como de Rusia hacia Suecia, fue atraída por el cambio constante de rumbo en su país, a principios de los años 90 «y más allá», significando una desviación del principio de «no alineación» con los bloques militares, mediante el cual Suecia debería mantenerse alejada de las contradicciones de las grandes potencias, y que trajo como resultado, un acercamiento entre Estocolmo y la OTAN, y a su vez con Estados Unidos.

Ambos políticos alertan en su artículo que esa precisa cuestión de cambios en la política internacional, es la que ha provocado que Suecia se encuentre en una «posición vulnerable», ya que el mundo exterior, incluida Rusia, puede decidir que este país, en caso de un conflicto militar en Europa, se ponga del lado de Estados Unidos y le permita realizar actividades militares en su territorio, argumentaron.

«La única amenaza real para la seguridad de Suecia es el conflicto entre las grandes potencias de Europa cerca de sus fronteras. No importa cómo Suecia desarrolle su potencial militar, en cualquier caso se verá envuelta en tal conflicto. La membresía en la OTAN o una alianza militar con Estados Unidos no ayudará aquí, ya que en este caso Estocolmo solo elegirá un bando en este enfrentamiento. Por tanto, Suecia debería centrarse en desactivar las tensiones entre las grandes potencias, lo que reducirá así el riesgo de un conflicto que golpeará al país. Esto también requiere una revisión de la política de seguridad», remarcaron los ex-embajadores suecos.

Al concluir, los dos autores del artículo advirtieron que “las acciones de Suecia no deberían dar a Rusia una razón para temer que pretendamos unirnos a la OTAN y así comenzar a prepararnos para una guerra contra Moscú. Además, a Estados Unidos no se le debe dar ninguna razón para esperarlo”.

https://youtu.be/5hQN5uYCFrw
28170cookie-checkEn Suecia sienten que acercamiento con la OTAN pueda ser motivo de enemistad con Rusia

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