Con la medida se pone un alto a la privatización del sector eléctrico, priorizando la energía producida por la empresa estatal mexicana.
La Cámara de Diputados del Congreso mexicano aprobó el miércoles, en su versión general, la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, que fue propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, como una medida importante para otorgarle un mayor peso en la explotación de ese recurso energético a la empresa estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En su mayoría, los diputados mexicanos aprobaron la llamada contrareforma a la Ley energética, que fue establecida duranmte el anterior gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), para favorecer los intereses de lasantes que las empresas privadas, en la generación y el suministro de la energía en la red nacional.
«Con 304 votos a favor, 179 en contra y cuatro abstenciones, queda aprobado, en lo general, el dictamen que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley de la Industria Eléctrica», comunicó por medio de Twiter la cuenta de la Cámara baja del Congreso mexicano.
La reforma a la Ley de la Industria Eléctrica mexicana del gobierno de Obrador contó con el respaldo del partido oficialista Morena, y con los votos de sus aliados, el Partido del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES).
En contra de la medida votaron por su parte, los legisladores de la oposición pertenecientes a grupos políticos como el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Entre tanto, el Poder Legislativo anunció que luego de la aprobación de la reforma en su versión general, comenzará ahora la discusión en lo particular de los términos en los artículos reservados del proyecto.
El gobierno de López Obrador busca con esta iniciativa priorizar la producción y distribución de la energía por parte de las centrales eléctricas estatales, ya sean nucleares, geotérmicas, de ciclos combinados y termoeléctricas, que conforman el aparato de la CFE, colocando por debajo la dimensión de la gestión privada de ese recurso estratégico nacional.
«El propósito es echar abajo los mecanismos destinados a establecer grandes privilegios a la generación privada, con grave perjuicio a la Comisión Federal de Electricidad», manifestó el presidente mexicano, López Obrador, en conferencia de prensa.
