Recientemente el secretario general de la OEA, Luis Almagro, emitió un informe calificando al sistema judicial de Bolivia como «arbitrario» y carente de legitimidad.
En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México responsabilizó a la Organización de Estados Americanos (OEA), de intervenir en los asuntos internos de los países miembros del bloque regional, luego de que su Secretaría General, encabezada por Luis Almagro, emitiera un informe sin fundamento sobre el supuesto abuso que ejerce el sistema judicial de Bolivia en contra de lo que califica como «opositores políticos», en relación con las recientes detenciones de la expresidenta de facto, Jeanine Añez, y su camarilla más cercana al frente del gobierno que derrocó al exmandatario Evo Morales en 2019.
La Cancillería mexicana pidió en su comunicado de prensa a la Secretaría General de la OEA atender «la naturaleza colegiada de su mandato» y «no intervenir en los asuntos internos de los Estados miembros» de la organización, en correspondencia con el derecho internacional. En ese sentido, el gobierno mexicano solicita a Luis Almagro, abstenerse de efectuar «pronunciamientos unilaterales» a nombre de todos los países integrantes de dicho organismo.
En vez de buscar el «consenso», que es para lo que fue creada la organización regional, explica la Cancillería mexicana en su comunicado, con esa acción la Secretaría General de la OEA sienta un «peligroso precedente», y llamó al organismo a «evitar confrontarse con un gobierno electo democráticamente como lo es el de Bolivia».
Al mismo tiempo, el Grupo de Puebla, integrado por presidentes, expresidentes y líderes progresistas de América Latina, resaltó en una declaración que Almagro carece de toda «autoridad moral» debido a su papel ejercido como parte de un informe de la Misión de Observación Electoral del organismo en 2019, que declaró los resultados de los comicios de octubre de ese año en Bolivia como «irregulares», y que fue utilizado por la oposición boliviana como excusa para conformar el golpe antidemocrático contra Morales.
«La OEA presume, sin fundamento alguno, que se trata de una campaña de persecución dirigida desde el gobierno a quien acusa de apelar a instrumentos represivos», indicó el Grupo de Puebla, destacando que, «como Grupo, no le reconocemos autoridad moral al secretario Luis Almagro, después del papel que cumplió la Misión de Observación a su cargo en las elecciones de 2019, tras las cuales se produjo el golpe de Estado en contra del gobierno de Evo Morales, cuyas responsabilidades se están juzgando en este momento por la justicia boliviana», reza el documento.
«Por esta razón, el Grupo de Puebla reitera que, mientras la OEA no tenga un Secretario General efectivamente imparcial, seguirá siendo un organismo generador de conflictos en la integración regional, que hoy es más necesario que nunca», enfatiza el Grupo de Puebla en su declaración.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia emitió un comunicado donde sugiere a Almagro «preocuparse por las consecuencias de su Misión de Observación Electoral en las elecciones generales de Bolivia del 2019, cuando no cumplió con los estándares exigidos y emitió un informe manipulado y sin elementos ni pruebas de un supuesto fraude, lo que contribuyó a la convulsión social, a la generalización de hechos de violencia, a la promoción de grupos irregulares armados y a situaciones en las que el gobierno de facto actuó reprimiendo violentamente manifestaciones pacíficas de la población civil, cometiendo graves violaciones de derechos humanos, entre otras, las masacres de Sacaba y Senkata, reflejadas en informes de organismos intergubernamentales de derechos humanos».
«El Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia repudia las opiniones con las que Luis Almagro pretende dañar a un gobierno democráticamente elegido, cuando en su momento evitó pronunciarse sobre las violaciones de derechos humanos durante el gobierno de facto de Jeanine Añez, aplicando un doble rasero que intenta favorecer intereses de determinados grupos políticos», destaca el documento.
Entre tanto, desde la Secretaría General de la OEA, Luis Almagro responde en confirmación de su postura, remarcando el desmentir las acusaciones y repudiando al mismo tiempo, «el tono represivo y amenazante» del Gobierno presidido por Luis Arce en Bolivia.
