Este miércoles, el ministro de Defensa de Brasil, general Walter Braga Netto, anunció a los nuevos comandantes de las Fuerzas Armadas brasileñas, luego de que el presidente despidiera al anterior ministro en medio de una reorganización radical del gobierno.

Los tres altos oficiales de las Fuerzas Armadas del Brasil, al frente del Ejército, la Marina y Aeronáutica, presentaron en conjunto sus renuncias el martes pasado, tán solo un día después de que el presidente de ese país latinoamericano ,Jair Bolsonaro, despidiera al titular del Ministerio de Defensa, en medio de una reorganización radical de su gobierno.

La reorganización ministerial del Gobierno brasileño, ha afectado el liderazgo de diversas carteras, el ahora ministro de la Defensa, por ejemplo, fue en su momento ministro de gobierno, un cargo que actualmente ocupa el general Luiz Eduardo Ramos, exsecretario de Estado.

Aunque la renuncia de los comandantes: Edson Leal Pujol (Ejército), Ilques Barbosa Junior (Marina) y Antônio Carlos Moretti Bermúdez (Aeronáutica), no reveló muchos detalles, durante la mañana del 30 de marzo los tres exjefes militares brasileños se reunieron con el recién nombrado ministro de Defensa, el general Walter Souza Braga Netto, a quién mostraron su rechazo a la medida adoptada por Bolsonaro en relación al anterior ministro, y por las políticas llevadas a cabo por el mandatario en cuanto a temas importantes para la esfera militar, y los obstáculos interpuestos durante el actual gobierno para enfrentar la pandemia del coronavirus en el país.

Por otra parte, el exministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Ernesto Araujo y el ex fiscal general Andre Levi también anunciaron recientemente sus renuncias, el primero en medio de las consecuencias de no asegurar la compra de las vacunas contra la Covid-19 en el extranjero, y el segundo después de negarse a firmar la demanda de Bolsonaro con el objetivo de obligar a tres gobernadores estatales de revertir las restricciones impuestas por la pandemia en sus regiones.

Entre tanto, Andre Mendonca, el exministro de Justicia, ha reemplazado a Levi, y se han designado figuras cercanas a Boslonaro para ocupar los puestos dejados vacantes por el presidente. Ese vacío de poder ha incrementado los temores en Brasil, de que Bolsonaro pueda buscar expandir su control sobre el ejército, de su país, y que hasta el momento ha sostenido una fuerte resistencia a los intentos del mandatario en imiscuir de manera más activa a la institución en los asuntos políticos de la nación sudamericana.

Bolsonaro, que fue un ex-capitán del ejército brasileño durante la dictadura militar, que nacida en 1964 duró 21 años y finalizó en 1985, estableciendo un régimen brutal basado en asesinatos y torturas que tomó el poder en un golpe de Estado contra el presidente izquierdista João Goulart, y que además, fue diseñado y apoyado por el gobierno de Estados Unidos, invocó recientemente a las Fuerzas Armadas mientras se manifestaba en contra de las cuarentenas a causa de la Covid-19 en el país. Bolsonaro ha colocado a ex militares en todo el gobierno brasileño con 46 empresas controladas por el gobierno federal y 11 ministerios dirigidos por ex militares.

En una encuesta reciente, publicada a finales de febrero del 2021, se revela que la popularidad de Jair Bolsonaro está alcanzando su punto más bajo desde que inició su mandato como presidente, con solo el 32,9% de los brasileños aprobando su trabajo en el Palacio de Plan Alto, en Brasilia, la capital del país.

«Mi ejército no sale a la calle para obligar a la gente a quedarse en casa», fueron las palabras de Bolsonaro en frente de los periodistas, mientras Brasil experimenta prácticamente un colapso de la infraestructura de salud en todo el país, debido a los altísimos números de contagios y de muertes por esa enfermedad, de la cuál su gobierno se ha negado a adoptar las medidas necesarias para frenar el avance del virus, argumentando que los cierres son peores que la pandemia, ya que traen consigo muy negativas consecuencias económicas.

El general Azevedo señaló en su carta de renuncia, que había «preservado a las fuerzas armadas como instituciones estatales», para mantener a los militares fuera de la política en el Brasil, tanto del Ejecutivo como del Congreso Nacional (Parlamento), destacando que la única preocupación del Ejército son los «asuntos militares».

Entre tanto, este miércoles el nuevo ministro de Defensa, general Walter Braga Netto, anunció los nombres de los tres nuevos comandantes al frente del Ejército, la Marina y Aeronáutica. Se trata del general Paulo Sérgio Nogueira de Oliveira, a cargo del Ejército, el almirante de escuadra Almir Garnier Santos, nuevo titular de la Marina, y el teniente brigadier Carlos Baptista Junior, al mando de la Aeronáutica.

«Los nuevos comandantes de las tres Fuerzas Armadas tienen la misión de liderar a sus subordinados para conseguir los objetivos estratégicos militares de Brasil», remarcó el general Braga Netto. 

45630cookie-checkCúpula militar del Brasil renuncia en repudio a pretensiones de Bolsonaro de «politizar» el Ejército

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