La retirada escalonada de las tropas estadounidenses y de otras potencias occidentales del territorio afgano, ha puesto en una cuerda floja a las autoridades locales en medio del caos en su enfrentamiento con las fuerzas extremistas.
Este lunes, el presidente de Tayikistán, Emomalí Rajmón, ordenó el despliegue de 20.000 reservistas de su país para reforzar la frontera con Afganistán, una vez que, apenas horas antes, más de 1.000 miembros del personal de seguridad afgano huyeron hacia el país vecino en busca de refugio por el avance de los talibanes.
Según reveló a la agencia de prensa británica Reuters, un alto funcionario del gobierno afgano que permaneció en anonimato, «los talibanes cortaron todas las carreteras y esta gente (en referencia a los agentes de seguridad de su país) no tenía adónde ir.
La retirada escalonada de las tropas estadounidenses y de otras potencias occidentales del territorio afgano, ha puesto en una cuerda floja a las autoridades locales en medio del caos en su enfrentamiento con las fuerzas extremistas. Reuters indicó que la situación en Afganistán ha experimentado un rápido deterioro, luego de dos décadas de guerra por medio de la participación militar extranjera, y con las negociaciones de paz estancadas entre el gobierno y los insurgentes.
El pasado 2 de julio, Estados Unidos informó que sus tropas habían abandonado por comleto el aeródromo de Bagram, que había fungido como la principal base militar estadounidense en Afganistán, ocupada desde hacía casi 20 años. Sin embargo, su retirada del enclave militar no fue lo esperado por las autoridades afganas, ya que en total secreto los militares de EEUU cortando la electricidad del local y se escabulléron durante la noche.
Para el nuevo comandante afgano, el general Mir Asadullah Kohistani, encargado de la base militar de Bagram, la salida de los norteamericanos no habría sido notificada, notando su partida horas más tarde, un hecho que le tomo por sorpresa. «Escuchamos rumores de que los estadounidenses se habían ido de Bagram, y a las 7 de la mañana confirmamos que ya se habían ido», señaló.
La salida secreta de las fuerzaz de EEUU no fue acogida con beneplácito por los militares afganos, que han visto como la falta de coordinación en el mando de las operaciones les ha colocado en riesgo por el avance de los talibanes. Describiendo la situación, una fuente expresó a medios de prensa que «en una noche perdieron toda la buena voluntad de 20 años al irse como lo hicieron».
Según reportan militares de ese país del centro de Asia, antes de que el Ejército afgano pudiera tomar el control de ese aeródromo, sus instalaciones fueron invadidas por saqueadores, que se llevaron todo lo que pudieron. En principo se pensó que los miembros de esa banda pertenecían al movimiento extremista talibán.
El viernes 2 de julio, el presidente de EEUU, Joe Biden, manifestó en rueda de prensa, que la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán está en marcha, pero que no se completará en los próximos días. Según expresó el mandatario, confía en que los líderes afganos tengan la capacidad de sostener al Gobierno.
De momento, ha trascendido, que un contingente de aproximadamente 650 soldados norteamericanos permanecerá en Afganistán para proteger a su Embajada y sus diplomáticos después de que el Pentágono complete la retirada general de sus tropas.
