La líder opositora bielorrusa, exiliada en Lituania, mostro su apoyo a la adopción de sanciones adicionales en contra de su país, durante un encuentro con el canciller checo, Jakub Kulhánek en Vilna.
Luego de su encuentro con la opositora bielorrusa, Svetlana Tijanóvskaya, durante una reunión en Vilna, capital de Lituania, el ministro de Relaciones Exteriores de la República Checa, Jakub Kulhánek, declaró que el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, representa una amenaza no solo para su pueblo, sino también para los países de la Unión Europea.
«Ahora está claro que Lukashenko representa una amenaza no solo para su propia gente, sino también para los países de la UE vecinos. Por eso hay mayores razones para imponer más sanciones contra el régimen de Lukashenko. La República Checa está a favor de sanciones adicionales», indicó el funcionario checho por medio de Twitter.
Con anterioridad, el 19 de junio pasado, el presidente checo, Milos Zeman, manifestó en una reunión con Tijanóvskaya su propuesta de crear en Praga una oficina dedicada al trabajo de la oposición bielorrusa, como parte de una gira invitada por el Senado de ese país, y que también incluyó un encuentro con el primer ministro del gobierno de la República Checa, Andrej Babis.
Tijanóvskaya instó a la República Checa a hacer todo lo que esté en sus manos para «detener» a lo que denominó como el «régimen terrorista» de Lukashenko, según ella, responsable de la represión que vive su país.
«Es un régimen terrorista y debe pararse», manifestó Tijanóvskaya en una rueda de prensa junto al presidente del Senado checo, Milos Vystrcil, que la recibió ante el resto de los legisladores como «presidenta electa» de Bielorrusia.
