Expertos aseguran, que las autoridades moldavas se han propuesto jugar «un doble juego», queriendo al mismo tiempo aumentar la cooperación comercial con Rusia mediante beneficios arancelarios y la retirada de las fuerzas de paz rusas de la región de Transnistria.
En una conferencia de prensa tras las conversaciones con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, el viceprimer ministro moldavo, y ministro de Asuntos Exteriores e Integración Europea, Nikolai Popescu, confirmó la petición de Moldavia para que elimine los aranceles sobre los bienes producidos en la república.
«Nuestra posición se reiteró sobre la revisión por parte de las autoridades rusas de los derechos de importación aplicados a una serie de productos moldavos, así como la necesidad de abolir las restricciones existentes a la admisión de exportadores y productos moldavos. al mercado ruso”, señaló el representante de Exteriores de Moldavia en conferencia de prensa.
Popescu también dejó claro a su homólogo ruso, que su país también apoya el regreso al régimen de libre comercio en el territorio de la Comunidad de Estados Independientes (CEI). «Desde nuestro punto de vista, es muy importante volver al régimen de libre comercio dentro de la CEI, que es la base principal de nuestras relaciones comerciales y económicas», dijo el funcionario moldavo.
Al mismo tiempo, el diplomático se refirió en el encuentro sobre la necesidad de la retirada de las fuerzas de paz rusas de Transnistria, lo cuál destacó, sigue siendo una prioridad de la política exterior de Moldavia.
“En cuanto a la presencia del grupo operativo de tropas rusas en la región de Transnistria de la República de Moldavia, nuestra posición permanece sin cambios. Esta presencia contradice el estado de neutralidad consagrado en la Constitución de Moldavia, y la retirada de las tropas rusas sigue siendo una prioridad de nuestra política exterior”, expresó Popescu.
A su vez, el encargado de la diplomacia moldava resaltó lo positivo de la reciente firma de un protocolo y un contrato con Rusia sobre el suministro de gas a la república, como un ejemplo de «un posible hallazgo de soluciones sobre temas complejos entre Moldavia y Rusia de una manera pragmática y tranquila», acotó.
Por su parte, al hacer uso de la palabra el ministro de Exteriores ruso Sergei Lavrov, negó las acusaciones efectuadas desde Occidente contra Rusia sobre la supuesta presión sobre Moldavia en torno al suministro de gas.
“Notamos que algunos de nuestros colegas occidentales, incluido el alto representante notablemente activado de la Unión Europea, el Sr. Borrel, comentando estos acuerdos positivos (entre Gazprom y Moldovagaz), por alguna razón lo consideraron posible y apropiado acusar a la Federación de Rusia de ejercer presión política sobre Moldova. Esto no es así, esto es una continuación de los intentos con medios inadecuados para interpretar lo que está sucediendo en nuestro espacio común”, insistió el titular de la Cancillería rusa.
Lavrov resaltó a los periodistas, que cuando entidades económicas, como es el caso de Gazprom y Moldovagaz, se ponen de acuerdo en algo, significa que están satisfechas con las condiciones que subyacen a tal, y añadió, que Rusia y Moldavia han encontrado «un beneficio mutuo específico algoritmo de trabajo conjunto, que se continuará».
En relación a la cuestión del asentamiento de tropas de paz rusas en Transnistria. el diplomático ruso enfatizó que Rusia seguirá desempeñando el papel de mediador y garante en este proceso.
“Destacamos la importancia de una implementación consistente del desarrollo posterior de los acuerdos que se alcanzaron entre Chisinau y Tiraspol (capital de Transnistria) en el marco de las medidas de fomento de la confianza y que tienen como objetivo garantizar un acuerdo integral y viable en el Dniéster”, dijo Lavrov.
Analistas afirman que esta posición de doble juego de Moldavia resulta un tanto extraña.
Expertos aseguran, que las autoridades moldavas se han propuesto jugar «un doble juego», queriendo al mismo tiempo aumentar la cooperación comercial con Rusia mediante beneficios arancelarios y la retirada de las fuerzas de paz rusas de la región de Transnistria.
Para el politólogo Alexander Asafov, en declaraciones para Rusia Today al comentar las palabras de Popescu, indicó que Moldavia está «jugando un doble juego», deseando al mismo tiempo aumentar la cooperación comercial con Moscú y la CEI y reclamando el retiro de las fuerzas de paz rusas de la región de Transnistria.
«Esta posición del renovado gobierno de Moldavia puede calificarse de absurda. Por un lado, estamos hablando de la intención de profundizar la cooperación con la Federación de Rusia y la CEI, y por el otro, sobre el deseo de deshacerse de las fuerzas de paz rusas en Transnistria, continuar la retórica mayoritariamente antirrusa orientada hacia el Occidente, y promover ideas destructivas, a menudo dirigidas contra Moscú. Con todo esto, Chisinau (capital de Molfavia) exige relaciones comerciales más intensas de Rusia, así como otras ayudas de la Federación Rusa”, dijo el analista a RT.
Según Asafov, a Moldavia no le avergüenza lo absurdo de su propia posición y el hecho de que, mientras siguen un curso mayoritariamente antirruso, las autoridades moldavas exigen algún tipo de actitud amable y constructiva hacia sí mismas de Moscú.
“Moldavia espera poder lograr algo desde Rusia con una clara posición antirrusa, para recibir beneficios económicos, pero esto no sucede. Moscú ya ha enfatizado que está listo para contactos productivos sin ambigüedades”, afirmó el experto.
«Luego, los llamamientos se dirigen a los países de la Unión Europea y los estados occidentales con exclamaciones de que Rusia ha ofendido a Moldavia, la estrangula con aranceles y vende gas a precios elevados», dijo Asafov, agregando, que a menudo Moldavia «juega la carta occidental» cuando se da cuenta de que no será posible obtener concesiones de Rusia tan fácilmente.
Sin embargo, el académico puntualizó que Rusia en todo caso adopta una política constructiva hacia Moldavia. Según él, esta se basa en la comprensión de la importancia de la cooperación mutuamente beneficiosa, así como en la disposición, a pesar de todo, de ayudar a nuestros socios moldavos.
“Cuando la república necesita ayuda, Rusia la ayuda, incluso haciendo la vista gorda ante algunas extrañas circunstancias de la retórica y las acciones de Chisinau. Las autoridades rusas, a pesar del doble rasero de Moldavia, continúan apoyándola, incluso suministrando gas en condiciones favorables, vacunas contra el coronavirus, así como cooperando en otras áreas”, remarcó el experto.
En la misma dirección, comparte la opinión de Asafov, Vladimir Shapovalov, subdirector del Instituto de Historia y Política de la Universidad Pedagógica Estatal de Moscú, quién estimó que las declaraciones de Popescu sobre los deberes y las fuerzas de paz rusas continúan el «curso y las declaraciones bastante extrañas» que la Federación de Rusia ha estado observando desde el lado del nuevo gobierno moldavo durante todo el período de su existencia.
«Uno tiene la impresión de que los ministros de la república (de Moldavia) no son competentes y adecuados en relación con el rumbo que están siguiendo», enfatizó Shapovalov.
“Moscú seguirá cumpliendo su misión, ya que de hecho la seguridad en estos territorios depende de la Federación de Rusia. Si no fuera por sus pacificadores, la región se habría hundido en una guerra fratricida”, enfatizó el analista, quién dejó clarom que «Rusia es el garante de la paz en Transnistria».
Shapovalov llamó la atención de que, al mismo tiempo, Moldavia debe tener un entendimiento claro de que la interacción con la Federación de Rusia «no puede ser un juego con un solo objetivo».
“Cualquier contacto debe ser constructivo. En este sentido, las constantes declaraciones de carácter antirruso y el deseo de molestar a Rusia, reafirman su solidaridad con la comunidad europea en desafío a la Federación de Rusia, acciones hacia Transnistria, todo esto indica que las autoridades moldavas no están luchando por buenas relaciones vecinales, pero quiere intercambiar medidas leales a occidente, a ciertas preferencias míticas. Aunque es Rusia la que brinda la asistencia real a la república moldava”, concluyó Shapovalov.
