Vladimir Putin resaltó, que Rusia y China realizan periódicamente ejercicios militares conjuntos y delegaciones de intercambio como parte del estrecho vínculo entre ambas naciones.
El presidente ruso Vladimir Putin, en una sesión plenaria del foro de inversión ‘Russia Calling!’, patrocinado por VTB Capital, Rusia «no está preocupada» por el creciente potencial de defensa de China, ya que disfruta del más alto nivel de relaciones con el país asiático, y al mismo tiempo, Rusia está aumentando sus fuerzas armadas.
«Gran Bretaña, Francia anuncian sus planes para modernizar sus arsenales nucleares. ¿Sufre Estados Unidos de eso y esto le causa preocupación? No. Entonces, ¿por qué tenemos que mostrar preocupación por el creciente potencial de defensa de nuestro vecino más cercano, con lo que ¿disfrutamos de un nivel sin precedentes de relaciones interestatales? No, esto no nos asusta porque nosotros mismos estamos desarrollando nuestro potencial”, dijo el presidente ruso.
El mandatario ruso argumentó, que el crecimiento del poderío militar de China es un proceso natural y ese país tiene derecho a construir su política de manera que garantice la seguridad de su gran población, recordando que China albergaba en su territorio a casi 1.500 millones de personas.
«Quizás, tiene el derecho de construir su política de defensa de una manera que garantice la seguridad de ese enorme país. ¿Quién puede negarle a China este derecho? Es natural que el poder militar crezca junto con el aumento del potencial económico. Este es un proceso natural», acotó Putin.
En tal sentido, el presidente de Rusia puntualizó que su gobierno no seguiría los intereses de terceros países en la construcción de relaciones con China, destacando, que Moscú respeta los intereses de los socios internacionales y aprecia una actitud similar.
«Sí, el poder de China está creciendo, vemos y todos ven que, en primer lugar, esto se relaciona con su poder económico. Pero, ¿por qué deberíamos seguir los intereses de terceros países en la construcción de nuestra política? Siempre hemos seguido y seguiremos los intereses de únicamente el pueblo de la Federación de Rusia, los intereses de Rusia», subrayó el líder ruso.
Vladimir Putin resaltó, que Rusia y China realizan periódicamente ejercicios militares conjuntos y delegaciones de intercambio como parte del estrecho vínculo entre ambas naciones.
«Entendemos lo que está pasando. Las relaciones son estables. Además, las relaciones entre Rusia y China son un factor importante de estabilidad en el mundo». «China emplea el mismo enfoque con nosotros», aseguró el encargado del Kremlin, quién además agregó, estar «satisfecho con el nivel de las relaciones ruso-chinas», indicando, que estaba dispuesto a desarrollarlas aún más.
«Creemos que pueden ser aún más cercanos y más sustantivos y producir un efecto positivo tanto para el pueblo de China como para el pueblo de la Federación de Rusia», dijo Putin.
Rusia espera que los participantes de AUKUS abandonen el subproyecto nuclear para disuadir a China.
El Representante Permanente de Rusia ante las organizaciones internacionales con sede en Viena, Mijaíl Ulyanov, indicó que Rusia espera que después de 18 meses de revisión adicional, los miembros de la asociación de seguridad AUKUS, conformada por Australia, el Reino Unido y los Estados Unidos, se den cuenta de la necesidad de deshacerse del proyecto del submarino nuclear.
«Esperamos que finalmente prevalezca el sentido común, y cuando se agoten los 18 meses que los participantes de AUKUS habían reservado para estudios adicionales, llegarían a una conclusión sobre la necesidad de concluir la implementación del subproyecto nuclear, teniendo en cuenta la opinión de la comunidad internacional», dijo Ulyanov en un comunicado, publicado por el sitio web oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
El 15 de septiembre último, Washington, Canberra y Londres anunciaron la creación de la organización militar AUKUS, un nuevo pacto de seguridad en virtud del cual Australia debía construir al menos ocho submarinos de propulsión nuclear con la ayuda de tecnologías estadounidenses, y que, según el acuerdo, Australia también planea proporcionar a sus fuerzas armadas misiles de crucero estadounidenses.
El pacto, diseñado por las élites militares anglosajonas en respuesta a la creciente influencia de China en el área del Indo-Pacífico, ocasionó que Australia deshechara su mayor contrato de defensa acordado con Francia por valor de más de 50 mil millones de euros para la entrega de submarinos franceses, argumentando que ello ya no satisfacía los intereses nacionales australianos, lo que provocó una fuerte reacción de Francia que acusó a las autoridades australianas de engaño deliberado.
