El sangriento conflicto militar entre las dos países peninsulares asiáticos, entre 1950 y 1953, se saldó con un ‘armisticio’, pero técnicamente Corea del Sur y Corea del Norte siguen en estado de guerra, sin la firma de un tratado de paz.

El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, en declaraciones recientes ha dicho que la paz entre su país y la vecina República Popular Democrática de Corea podría estar «más cerca de lo que se piensa», asegurando, que su intención hasta el final de su mandato es «perseguir un camino irreversible hacia la paz en la península de Corea, destacando que en repetidas ocasiones ha hecho llamados a las autoridades norcoreanas para escoger el camino del diálogo y la cooperación entre ambas naciones.

«Debido a que Corea del Norte exige una retirada fundamental de la política hostil de EE.UU. hacia el Norte como condición previa, no hemos podido entablar conversaciones», dijo Moon, en el marco de una visita que realizara en diciembre pasado a Australia, resaltando que Estados Unidos, China y Corea del Norte acordaron en principio declarar formalmente el fin de la ‘Guerra de Corea’.

El sangriento conflicto militar entre las dos países peninsulares asiáticos, entre 1950 y 1953, se saldó con un ‘armisticio’, pero técnicamente Corea del Sur y Corea del Norte siguen en estado de guerra, sin la firma de un tratado de paz.

Las palabras del presidente sudcoreano no fueron desapercibidas por los medios de comunicación, tampoco por analistas internacionales, como es el caso de Konstantín Asmólov, investigador principal del Centro de Estudios Coreanos del Instituto del Extremo Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia, quién, en un artículo para New Eastern Outlook, explicó su excepticismo en relación a este tema.

Asmólov destaca como un punto importante en su posición, el hecho de que las declaraciones del mandatario de Corea del Sur, no encontraron resonancia por parte de los tres países mencionados anteriormente, señalando que, si bien una u otra parte «no se haya opuesto en principio», a confirmar o desconocer sus aseveraciones, ello no significa que lo dicho por Moon vaya a ocurrir en un futuro próximo, y mucho menos, sin la firma de acuerdos previos.

«La declaración de Moon admite que para dar por finalizada la guerra se requieren discusiones y acuerdos «entre los países implicados, sobre el contenido de la declaración y sobre el tipo de proceso que debe seguirse tras la declaración», dice Asmólov, y enfatizó, que a pesar de todo «el ruido de las relaciones públicas», «tales declaraciones no son sino palabras vacías, sin nada detrás».

«El fin del régimen de guerra es una acción demasiado seria como para que no conste en un documento profundo y detallado, que explique todas sus consecuencias», dijo el experto ruso.

Para el académico, hay que tener en cuenta «el actual entorno del derecho internacional, donde sobresale la falta de garantías, lo cuál interfiere en la situación, por más que se redacte un documento». «Lo que Pionyang reclama no es un documento, sino un conjunto de consecuencias que surjan de la firma de ese documento. Pero como la política de Washington hacia Pionyang sigue siendo hostil, esas declaraciones no tendrán sentido ya que no afectarán el curso de los acontecimientos», detalló Asmólov.

A su vez, el analista político ruso asegura que con tales declarciones , más que nada Moon Jae-in busca su propio beneficio, ya que el tema del «fin de la guerra» de Corea fue impulsado por él como punto esencial de su campaña electoral.

«Como han demostrado los tres últimos años, sólo les interesan los patéticos actos ceremoniales que le permiten salir bien en las fotos y aumentar su índice político interno». En ese contexto, es vital para Moon cerrar su mandato presidencial con un acto de gran repercusión que le proporcione también una mayor inmunidad en el periodo postpresidencial», manifestó Asmólov.

En correspondencia con la evaluación hecha por el experto ruso, en declaraciones para el Korea Times, Kim Jun-seok, profesor de política y diplomacia de la Universidad de Dongguk, en Corea del Sur, asegura que EEUU en realidad «no está interesado por el momento en una declaración oficial de fin de la guerra, ya que el presidente Joe Biden querría mostrar una política diplomática fuerte, tanto a la comunidad internacional como al interior de su país, como forma de enfrentar las críticas recibidas por la retirada express de las tropas estadounidenses de Afganistán».

En comentario hecho a llos medios de prensa, la portavoz del Ministerio de Unificación de Corea del Sur, Lee Jong-joo, dijo que las dudas sobre la posible declaración del fin de la guerra entre las dos Corea’s están basadas en dos acuerdos previamente establecidos por los mandatarios de Corea del Norte y Corea del Sur, destacando que, el verdadero interés de Kim Jong-un no está en considerar un acuerdo oficial de finalización del conflicto.

89270cookie-checkCorea del Sur asegura que el fin de la guerra con Corea del Norte «está cerca» y experto ruso indica que «nó es así»

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