La candidatura del Partido Comunista Francés (PCF) ya ronda un 4% de intención de voto, superando a la representante del Partido Socialista, Anne Hidalgo (3%), y por debajo del principal favorito de la izquierda francesa, Jean-Luc Melenchon, quién obtiene el 9 o 10% de apoyo, según recientes encuestas.

Fabien Roussel, secretario general del Partido Comunista de Francia (PCF), participará como candidato de esa organización política de la izquierda francesa en las elecciones presidenciales que tendrán lugar en ese país europeo, en tan solo dos meses, y cuyo discurso, ha suscitado la atención del electorado francés, más que nada, porque se ha apartado de la dinámica que durante los últimos años, venía siendo el «ley motive» de los los movimientos progresistas franceses.

El dirigente comunista, ha declarado que «ya basta de luchas interseccionales» en la sociedad de su país, ya que la lucha según el color de la piel, del sexo y del género o inclusive, de creencias religiosas, son cuestiones que «debilitan a la izquierda más que otra cosa».

En sus discursos de campaña, Roussel ha dejado claro que su intención ante el electorado francés es recuperar la posición política del PCF, de forma tal que pueda reconquistar a los que se sienten decepcionados por la izquierda, y para ello, se centrará en hablar a la gente sobre la importancia del trabajo, al obrero de la fábrica, al agricultor, al funcionario, al maestro de escuela, al artista, pero también a los pequeños y medianos empresarios, los cuáles dijo, «están sometidos a los bancos y a las multinacionales».

El tema de la inseguridad debido al aumento de la delincuencia, es una de las cuestiones urgentes en la que están imersos los diferentes partido políticos franceses, de cara a las próximas elecciones. Por eso, la mirada del PCF está puesta en los habitantes, tanto de las zonas menos favorecidas del país, denominadas «banlieues«, como en los barrios de las clases medias que han experimentado un alza en la actividad delincuencial, como parte del aumento de la violencia contra civiles o fuerzas del orden en Francia.

«La seguridad no es un derecho como los demás; es un derecho fundamental, que exige medios», ha indicado Roussel, argumentando su apoyo a la manifestación reciente de policías que han exigido la adopción de penas más duras contra sus agresores, una vez que las fuerzas del orden francesas también son víctimas de asesinatos y agresiones diarias por parte de delincuentes, y cuyas condenas aseguran, suelen ser muy moderadas.

Analistas estiman, que si bien las agrupaciones de izquierdas francesas exponen en sus programas de campaña posturas, más o menos válidas ante la realidad que se vive en su país, lo cierto es que, la postura asumida por el PCF con vista a los comicios refuerza la idea de la fragmentación explícita del movimiento de la izquierda francesa, la cuál permanece dividida en cuatro fuerzas políticas: La Francia Insumisa, los comunistas, los socialistas y los ecologistas, cada una de ellas con un candidato presidencial por separado.

A tono con esa realidad, otro punto defendido por Roussel en contra de la ideológia ecologista que cubre actualemnte el ambiente político europeo, como el mantenimiento de las centrales nucleares en Francia que producen el 70% de la energía eléctrica que se consume en el país, y su falta de reclamo casi absoluto hacia la energía eólica ni la compra de vehículos eléctrico, proponiendo en su lugar una reducción de un 30% en los combustibles, le ha ganado el rechazo de todos los aspirantes del resto de las formaciones de izquierda en su país.

Desde el punto de vista económico, el secretario general del Partido Comunista francés aboga por la subida del salario mensual mínimo a 1923 euros brutos (1500 netos), en comparación con el actual de 1269 euros. A su vez, su candidatura apoya la adopción de la semana de 32 horas (35 actualmente) y la jubilación a los 60 años de edad, que en estos momentos está regida a los 62 años).

Además, el político busca que en Francia sea restablecido y se triplique el impuesto a las grandes fortunas, se imponga una tasa flotante para las petroleras, o incluso, se establezca la gratuidad del permiso de conducir para los menores de 25 años, que actualmente, tiene un costo promedio de 1800 euros.

La candidatura del Partido Comunista Francés (PCF) ya ronda un 4% de intención de voto, superando a la representante del Partido Socialista, Anne Hidalgo (3%), y por debajo del principal favorito de la izquierda francesa, Jean-Luc Melenchon, quién obtiene el 9 o 10% de apoyo, según recientes encuestas.

El PCF renunció a presentar una candidatura propia en las elecciones que tuvieron lugar en Francia, en 2012 y 2017, y en su lugar, apoyó a Melenchon. La última vez que el Partido Comunista de Francia presentó un representante a los comicios presidenciales franceses fue en 2007, cuando Marie-George Buffet obtuvo el 1,93% de los votos escrutados en las urnas.

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