El bombeo de Kiev con armas afecta negativamente tanto la solución del conflicto en Donbass como la situación general en el camino de la seguridad y la estabilidad en Europa, también señaló la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En una sesión informativa del miércoles, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zajárova, dijo que Rusia pide a Occidente que deje de avivar la histeria en torno a Ucrania, esto afecta la seguridad europea y el acuerdo pacífico en Donbass.
«Instamos a los países occidentales a que dejen de azuzar la histeria anti-rusa, que en realidad ya es anti-ucraniana también, los instamos a que dejen de llenar de armas a Kiev. Estas acciones afectan negativamente tanto la solución del conflicto en Donbass como la situación general situación en el camino de la seguridad y la estabilidad en Europa», dijo la diplomática.
La diplomática hizo hincapié en que la histeria alimentada por Occidente ejerció una grave presión psicológica y moral sobre la población ucraniana, y señaló que «la condición de las personas, su moral es importante, ya que lamentablemente cualquier movimiento brusco, incluso a lo largo de la línea de contacto, cualquier disparo, cualquier provocación, puede tener consecuencias fatales», señaló Zajárova.
La vocera llamó la atención sobre un llamamiento del presidente Volodimir Zelensky, a los ciudadanos ucranianos. «Dijo claramente que Ucrania está siendo intimidada por una gran guerra, no por nosotros. Me gustaría llamar la atención sobre esto, una vez más fijando una nueva fecha para una invasión. Aquí también me gustaría llamar la atención sobre que no somos nosotros». «Hemos estado diciendo exactamente lo contrario: no vamos a hacerlo, no tenemos tales planes, estamos realizando ejercicios», destacó la representante de la diplomacia rusa.
En los últimos meses, medios de prensa occidentales han estado informando repetidamente sobre una supuesta posible invasión de Ucrania por parte de Rusia, dando las «fechas exactas» e incluso la hora, cambiándolas una y otra vez. La parte rusa ha estado rechazando constantemente estas acusaciones. El presidente Vladimir Putin ha subrayado que Moscú no quiere una guerra y, para evitarla, Moscú inició negociaciones sobre garantías de seguridad.
