El encargado del Kremlin señaló, que tales actitudes eran imposibles de imaginar en Rusia.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha establecido un paralelo entre la actual campaña contra la cultura rusa en Occidente y lo que estaba sucediendo en la Alemania nazi bajo Hitler. «La última vez que los nazis llevaron a cabo una campaña a gran escala contra la literatura indeseable en Alemania fue hace casi 90 años», señaló.
“La notoria cultura de cancelación se ha convertido en la cancelación de la cultura. Los nombres de Tchaikovsky, Shostakovich, Rachmaninov están siendo eliminados de los programas de teatro, los escritores rusos y sus libros están siendo prohibidos”, denunció Putin, el viernes.
El presidente se remontó a los noticieros de aquella época en la que se arrojaban libros a las hogueras encendidas en las plazas centrales de las ciudades alemanas.
«¡Es imposible siquiera imaginar tales cosas en nuestro país! Somos inmunes a tales cosas gracias a nuestra cultura. Es inseparable de nuestra Patria, de Rusia, donde no hay lugar para la intolerancia étnica, donde personas de decenas de nacionalidades han ido conviviendo, trabajando y criando a sus hijos y donde la diversidad cultural es el orgullo de la sociedad, la fortaleza y la ventaja de nuestro Estado”, subrayó Putin.
Al comentar sobre el fenómeno de la cultura de cancelación, el líder ruso manifestó: «Hoy, están buscando ‘cancelar’ todo un país centenario, nuestra gente». «Me refiero a la creciente discriminación de todo lo que está relacionado con Rusia, sobre esta tendencia, que se está desarrollando en varias naciones occidentales con la total connivencia de las élites gobernantes o incluso alentada por ellas», dijo.
Lavrov critica la ola de sanciones y dice que los valores de Occidente «no valen ni un centavo».
Paralelamente el viernes, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, indicó a los periodistas que se ha declarado una guerra total contra Rusia, señalando que Occidente no oculta que los objetivos de su política apuntan a sofocar y devastar la economía rusa.
“Hoy se ha declarado contra nosotros una auténtica guerra híbrida, una ‘guerra total’. Este término, que fue explotado por la Alemania de Hitler, lo pronuncian ahora muchos políticos europeos cuando hablan de lo que quieren hacer con Rusia. Los objetivos son no se ocultan, se anuncian públicamente, es decir, destruir, devastar, arruinar y asfixiar la economía rusa y Rusia en su conjunto”, subrayó Lavrov.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores arremetió contra esta «ola de sanciones», destacando que está quedando claro que «todos los valores que los occidentales han estado predicando a Rusia, como la libertad de expresión, la economía de mercado, la santidad de la propiedad privada y la presunción de inocencia, no valen ni un céntimo» para ellos mismos.
