Según el analista estadounidense, los intereses de Moscú y Pekín en el campo de la energía coinciden en el corto y mediano plazo, pero en el largo plazo pueden divergir.
El analista estadounidense Edward Chow, durante un discurso en la Comisión para el Análisis de Asuntos Económicos y de Seguridad en las Relaciones entre Estados Unidos y China del Congreso de los Estados Unidos, afirmó la necesidad de distinguir entre los «desafíos» rusos y chinos.
“Con un enfoque de política exterior más sutil y reflexivo, Estados Unidos intentaría enfatizar las diferencias entre los dos países, en lugar de empujarlos inadvertidamente hacia un acercamiento”, dijo Chow.
El analista cree que Estados Unidos puede seguir una política diferenciada en un intento de dividir a estos países. Además, señaló que el sector de la energía es un ámbito propicio desde el que empezar a reconocer sus diferencias.
Chow recordó que Rusia ocupa una posición de liderazgo en las exportaciones totales de petróleo y gas. No hay proveedor en el mercado mundial capaz de proporcionar los mismos volúmenes de combustible. Y China es considerada el mayor consumidor de energía, explicó.
Al mismo tiempo, el especialista destacó que China está a la vanguardia de la «transición energética global». El país es líder en el uso de fuentes de energía renovables, la producción de automóviles eléctricos y la construcción de plantas de energía nuclear.
Según el analista estadounidense, los intereses de Moscú y Pekín en el campo de la energía coinciden en el corto y mediano plazo, pero en el largo plazo pueden divergir.
«Por lo tanto, China quiere ser el líder mundial en el mundo «post-petróleo», mientras que Rusia quiere que la era del petróleo dure el mayor tiempo posible. Si la economía mundial realmente va más allá de los combustibles fósiles, las partes rusa y china tendrán mucho menos que ofrecerse mutuamente», concluyó Chow.
En febrero último, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, durante una reunión con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, dijo que China tiene la intención de cooperar con Rusia a lo largo de toda la cadena de producción de energía.
