Andréi Kortunov cree que en la actual fase aguda de la crisis ucraniana, las perspectivas de dicho diálogo son notablemente más difíciles de estimar, pero su necesidad, en cierto sentido, «se vuelve aún más urgente».
El director del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, Andréi Kortunov, en una entrevista para TASS, destacó que la participación real de Washington en la crisis de Ucrania a través de entregas de armas a gran escala a Kiev reduce las oportunidades para un diálogo de estabilidad estratégica con Moscú, pero no lo cancela por completo. Por el contrario, dijo, dicho diálogo se vuelve más urgente a la luz de la creciente amenaza de una escalada involuntaria de las tensiones al nivel nuclear.
Sobre la declaración del presidente de los EEUU, Joe Biden, de que Washington estaba listo para discutir con Moscú un nuevo sistema de control de armas que reemplazaría el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Nuevo START), vigente hasta 2026, Kortunov declaró que desde la era de la ‘Guerra Fría’ ha habido una tradición sensata. en las relaciones con Washington «para distinguir entre el control de armas estratégicas y todos los demás aspectos».
«En la actual fase aguda de la crisis ucraniana, las perspectivas de tal diálogo, son notablemente más difíciles de estimar, pero su necesidad, en cierto sentido, se vuelve aún más urgente», opinó Kortunov.
«Esto es así porque uno de los riesgos a los que nos enfrentamos es la posibilidad de una escalada involuntaria (de esta crisis) al nivel nuclear. Particularmente, si este conflicto se convierte en un enfrentamiento más general entre Rusia y la OTAN». «Preservar los contactos, restaurar las líneas de comunicación y discutir temas nucleares son, entre otras cosas, las herramientas para aliviar los riesgos de una escalada vertical de la crisis de Ucrania», explicó el experto ruso.
Kortunov señaló una serie de factores en el desarrollo de la crisis de Ucrania, «que hacen que la restauración de un diálogo de estabilidad estratégica sea una tarea bastante abrumadora».
«La falta de confianza entre las partes, la participación real de los Estados Unidos en el conflicto y el suministro de armas a gran escala a Ucrania: todo esto de ninguna manera facilita el diálogo, sino que por el contrario lo complica, pero esto no significa que el diálogo no debe llevarse a cabo». «Desde la prórroga [del Nuevo START] ya han pasado dieciocho meses y no habrá una segunda prórroga. Al menos, no puede haber ninguna bajo los términos del tratado. Queda muy poco tiempo para mantener de alguna manera el control de armas estratégicas y acordar un nuevo formato para este control», continuó diciento.
Kortunov también llamó la atención sobre el hecho de que en el contexto de las perspectivas de reanudación del diálogo de estabilidad estratégica entre Rusia y Estados Unidos se plantea cada vez más la cuestión de involucrar a un tercero, China, en este proceso de negociación.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, dijo el martes que Pekín podría unirse a la discusión sobre un nuevo tratado de limitación de armas estratégicas entre Estados Unidos y Rusia, pero que Washington debería ser el primero en dar un ejemplo convincente con respecto al control de armas.
“Creo que es más probable que haya dos vías bilaterales paralelas, al menos, en un futuro cercano: una para EEUU y Rusia y otra para EEUU y China”. «Pero los últimos acontecimientos relacionados con la visita a Asia de la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, ponen en duda la posibilidad de cualquier diálogo serio en la vía entre EEUU y China. Queda por ver cómo terminará esta crisis. A largo plazo, tener a China involucrada en la discusión del control de armas estratégicas no solo será deseable, sino incluso necesario», dijo el experto.
El lunes 1 de agosto, la Casa Blanca emitió una declaración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, programada para la apertura de la conferencia de revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear de la ONU en Nueva York. Según se afirma, Biden declaró que Estados Unidos está listo para discutir con Rusia un nuevo sistema de control de armas que reemplazará al Nuevo START. Washington expresó la esperanza de que Moscú demuestre su voluntad de trabajar juntos, y agregó que las consultas sobre este tema deberían realizarse con la participación de China.
