Las condiciones para lanzar un contraataque son un ataque a Japón o una amenaza a su existencia debido a un ataque a un país amigo.

Japón tiene la intención de aumentar el gasto en defensa a un nivel del 2% del PIB para 2027, siguiendo así el ejemplo de los países de la OTAN 9organización del Tratado del Altántico Norte), como se desprende de la estrategia de seguridad nacional recientemente adoptada en el país asiático.

«Un fuerte aumento en la capacidad de defensa no se puede lograr mediante un aumento temporal en el gasto, sino que requiere mantener un cierto nivel de asignaciones. Japón tomará las medidas necesarias para que en el año fiscal 2027 el nivel presupuestario tanto para el fortalecimiento radical de la defensa capacidad y para medidas adicionales alcanzará el 2% del producto interno bruto actual», dice la nueva estrategia.

Según el documento, las autoridades militares japonesas están preocupadas por lo que se describe como el deterioro de la situación de seguridad en relación con el programa de misiles nucleares de la RPDC (República Popular Democrática de Corea), el creciente potencial de China y la situación en torno a Ucrania.

Corea del Norte está desarrollando rápidamente su programa de misiles nucleares y representa una amenaza aún mayor para Tokio que antes, dice la estrategia de seguridad nacional de Japón.

“Corea del Norte se compromete a fortalecer sus fuerzas nucleares tanto cualitativa como cuantitativamente a la mayor velocidad posible. Si se tiene en cuenta el rápido desarrollo de tecnologías de misiles relacionadas, las políticas militares de Corea del Norte pueden convertirse en una amenaza aún más grave”, destaca el documento.

Este año, la RPDC ha llevado a cabo un número récord de lanzamientos de misiles. En particular, en noviembre, la RPDC probó el misil balístico intercontinental Hwaseong-17 que, según el Ministerio de Defensa de Japón, es capaz de volar más de 15.000 kilómetros en una trayectoria normal y llegar a EEUU continental.

En el año fiscal actual (que comenzó en abril), el gasto en defensa de Japón creció alrededor de 50 mil millones de yenes con respecto al año anterior a 5,37 billones de yenes, que es precibido como una cifra récord.

El texto añade que Japón seguirá aplicando una política de autodefensa y no pretende convertirse en una potencia militar. “Como nación amante de la paz, nos dedicaremos exclusivamente a la defensa y no nos convertiremos en una superpotencia militar que represente una amenaza para otros países. Tampoco cambia nuestro deseo de adherirnos a los tres principios no nucleares”, señala la estrategia.

Al mismo tiempo, Japón cree que la actual situación de seguridad en el mundo es la más grave desde la Segunda Guerra Mundial, lo que le anima a reforzar sus defensas. La estrategia explica el derecho de Japón a lanzar contraataques contra objetivos en el territorio de un enemigo potencial.

“Si es atacado por un adversario, Japón debe tener una capacidad de contraataque, es decir, la capacidad de lanzar un contraataque efectivo para evitar más ataques armados del enemigo”, dice el documento.

La estrategia indica que las condiciones para lanzar un contraataque son un ataque a Japón, una amenaza a su existencia debido a un ataque a un país amigo, así como la falta de medios adecuados para repeler un ataque.

Además, Japón ha aprobado otros dos documentos fundamentales: una estrategia de defensa nacional y un plan para el desarrollo de capacidades de defensa. Con el objetivo de desarrollar su propio potencial de contraataque, Japón comprará misiles de crucero estadounidenses Tomahawk, según el plan actualizado para el desarrollo del potencial de defensa del país, que el gobierno adoptó el viernes.

También se prestará especial atención al fortalecimiento del potencial de defensa del país en el ciberespacio: en los próximos cinco años, se prevé aumentar a 20.000 el número de militares especializados en esta área.

En ese orden, la política del gobierno japonés a favor de concluir un tratado de paz con Rusia se mantiene sin cambios, dice la estrategia de seguridad nacional.

«En cuanto al problema de los territorios del norte, que es el mayor problema sin resolver en las relaciones con Rusia, el curso básico para resolver el problema territorial y concluir un tratado de paz permanece sin cambios», dice la estrategia.

«En cuanto a las relaciones con Rusia, actuaremos de tal manera que, dada la grave situación de seguridad en la región del Indo-Pacífico, protegeremos los intereses nacionales de nuestro país», se agrega en el texto.

El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Andréi Rudenko, dijo anteriormente que la política del actual liderazgo japonés no dejaba ninguna posibilidad de reanudar las conversaciones del tratado de paz. Hizo hincapié en que el gobierno japonés «realmente estuvo de acuerdo con la política estadounidense de aislar a Rusia».

Moscú y Tokio han estado en conversaciones sobre un acuerdo de paz sobre la base de los resultados de la Segunda Guerra Mundial desde mediados del siglo pasado. El desacuerdo sobre la soberanía sobre la parte sur de las islas Kuriles sigue siendo el escollo.

Después del final de la Segunda Guerra Mundial, todo el archipiélago fue incluido en la Unión Soviética, pero Japón se disputa el control de Iturup, Kunashir, Shikotan y un grupo de pequeñas islas deshabitadas. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia ha enfatizado repetidamente que la soberanía de Moscú sobre estos territorios, que cuentan con el marco legal internacional adecuado, está fuera de toda duda.

En marzo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que Moscú estaba terminando las negociaciones con Tokio sobre un tratado de paz debido a la introducción de restricciones unilaterales sobre Rusia por parte de Japón en relación con la situación en Ucrania.

En cuan to a China, Japón considera que las acciones deL gigante asiático son «el mayor desafío estratégico» en términos de seguridad regional y global.

Tokio espera que China construya relaciones constructivas con la comunidad mundial a través del diálogo en todos los niveles, incluidos los más altos. Al mismo tiempo, las autoridades japonesas creen que en la actualidad, «las actividades exteriores y las acciones militares de China son motivo de profunda preocupación para Japón y la comunidad internacional».

También se expresan preocupaciones sobre las acciones de China con respecto a Taiwán. Si bien la estrategia señala el «compromiso de China con la unificación pacífica», también enfatiza que China no descarta la posibilidad de una acción militar.

165640cookie-checkJapón se autocataloga como «nación amante de la paz» y aumentará el gasto en defensa al 2% de su PIB para 2027

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