El vicecanciller ruso, Andréi Rudenko, agregó que el mundo moderno no quiere «seguir las reglas del juego impuestas por Occidente».
El desarrollo dinámico de las relaciones entre Rusia y Asia es una «pesadilla» política y económica para Occidente, que se adhiere a la línea antirrusa, dijo el martes el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Andréi Rudenko, al periódico ruso Izvestia en una entrevista.
«La principal pesadilla política y económica para Occidente en el marco de su línea estratégica antirrusa, independientemente de si se implementa en el contexto de la operación militar especial o si proviene de otros motivos profundos, son nuestras relaciones en desarrollo dinámico con Asia», expresó Rudenko.
El funcionario agregó que el mundo moderno no quería «seguir las reglas del juego impuestas por Occidente». «Los países de orientación positiva no tienen prisa por inscribirse en nuevas ‘coaliciones de personas de ideas afines’ cerradas, para arrojar recursos a esquemas de bloque, para alimentar las ambiciones geopolíticas y geoeconómicas de Washington y sus aliados«, dijo el diplomático.
Señaló que los países asiáticos se guiaron por principios de bienestar y prosperidad de las naciones, no por rivalidad geopolítica.
La vida real obliga a Japón a comprometerse y cooperar con Rusia.
En otra parte de la entrevista, Rudenko destacó que Tokio está inmerso en un trabajo de sanciones contra Rusia, pero la vida real obliga a Japón a comprometer sus ‘principios’ y cooperar con Moscú.
«Es bastante obvio para nosotros que el Tokio oficial está cumpliendo incuestionablemente el orden político de Washington al participar plenamente en el trabajo de las sanciones», enfatizó el vicecanciller ruso.
«Sin embargo, la práctica muestra que la vida real hace que las autoridades japonesas comprometan sus ‘principios’ independientes de los intereses nacionales en las esferas en las que no pueden prescindir de la cooperación con Rusia», agregó el alto diplomático.
Rudenko señaló que las autoridades japonesas recomendaron a las empresas locales -accionistas de los proyectos de petróleo y gas Sakhalin-1 y Sakhalin-2- seguir participando en los proyectos bajo el pretexto de garantizar la seguridad energética del país.
«La administración de Fumio Kishida rogó a sus socios del G7 que retiraran el petróleo crudo que fluye hacia Japón desde el proyecto Sakhalin-2 de un esquema restrictivo que implica un tope de precios en los portadores de energía de origen ruso», puntualizó Rudenko.
Vínculo estratégico Rusia-China evidente en condiciones actuales.
Anteriormente, en una entrevista con la agencia de noticias rusa TASS, el funcionario dijo que Rusia y China comprenden la necesidad de la interacción estratégica de ambos países en las condiciones actuales.
«El crecimiento sustancial del potencial de conflicto en el mundo, la última política de Estados Unidos y sus aliados destinada a descarrilar el sistema de seguridad global y su enfoque en contener el desarrollo de nuestros países han hecho evidente la necesidad de que Rusia y nuestros socios chinos refuerzan integralmente el vínculo estratégico», indicó Rudenko.
Ambos países son capaces «tanto de resistir las acciones destructivas de Washington como de movilizar las fuerzas constructivas de la comunidad internacional para desarrollar nuevas relaciones internacionales abiertas y justas”, subrayó el alto diplomático ruso.
El trabajo principal en esta vía se lleva a cabo en el formato de un diálogo político confiable entre los líderes de ambos países, dijo Rudenko.
«La coordinación más estrecha de la política exterior entre Rusia y China, basada en enfoques idénticos o similares de los problemas mundiales clave, tiene un efecto estabilizador en todo el sistema de relaciones internacionales y sirve como catalizador en su transición gradual hacia un mundo multipolar, es decir, hacia un mundo una forma más equilibrada y estable de interacción interestatal», enfatizó el funcionario.
