“Durante las operaciones de combate, nuestro ejército no aclarará si cada avión en particular de esta clase está equipado o no para transportar armas nucleares”, agregó el ministro.
El hecho mismo de que Ucrania explote aviones de combate F-16 que son capaces de transportar armas nucleares será visto por Rusia como una amenaza occidental en la esfera nuclear, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en una entrevista con el diario Lenta.ru.
«Un ejemplo de un desarrollo de eventos extremadamente peligroso son los planes de Estados Unidos para suministrar al régimen de Kiev aviones de combate F-16». «Hemos informado a las potencias nucleares de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia que Rusia no puede ignorar la capacidad de estos aviones de combate para transportar armas nucleares. Ninguna de las garantías ayudará en este caso», dijo Lavrov.
“Durante las operaciones de combate, nuestro ejército no aclarará si cada avión en particular de esta clase está equipado o no para transportar armas nucleares. Consideraremos el hecho mismo de que el ejército ucraniano tenga tales sistemas como una amenaza de Occidente en el ámbito nuclear», añadió el ministro.
Según él, Occidente está recurriendo a medidas que crean una amenaza existencial para Rusia y el país continuará defendiéndose utilizando todos los medios disponibles.
«Cuando comenzó la operación militar especial, Estados Unidos y otros países de la OTAN y la UE (Unión Europea) intensificaron su guerra de poder contra Rusia». «De hecho, habían lanzado esa guerra en 2014», precisó Lavrov.
«Sin duda, los pasos agresivos de estados hostiles crean una amenaza existencial para Rusia. Tendremos que defender nuestro derecho al desarrollo libre y soberano utilizando todos los medios disponibles», agregó el máximo diplomático de Rusia.
El funcionario destacó que Rusia mantiene su postura sobre los temas que se requieren para la resolución de la situación en Ucrania. «Nuestra posición no ha cambiado drásticamente. Estamos abiertos al diálogo, pero nos guiaremos por nuestros intereses legítimos y equilibraremos los enfoques para un posible arreglo con la situación sobre el terreno», dijo Lavrov a Lenta.ru.
La información sobre posibles conversaciones de paz sobre Ucrania en julio es falsa.
Durante la entrevista, el canciller ruso señaló que la información sobre posibles conversaciones de paz sobre Ucrania en julio es falsa, ya que Kiev y sus interlocutores occidentales mantienen el camino de la escalada de hostilidades.
ARD TV de Alemania informó el 26 de junio que el 24 de junio se llevó a cabo en Copenhague una reunión internacional sobre Ucrania «bajo condiciones de estricto secreto» con la participación de diplomáticos de países occidentales, así como representantes de Brasil, India, China y Sudáfrica. Se alegó que las conversaciones oficiales sobre el acuerdo de paz en Ucrania podrían celebrarse en julio.
«No hemos recibido ninguna indicación de esto. Hay razones para suponer que se trata de noticias falsas, considerando la persistente intención de Kiev y sus controladores occidentales de intensificar las hostilidades», dijo Lavrov.
Según consideró el funcionario, Rusia comparte muchas de las propuestas de sus socios con respecto a la solución pacífica del conflicto ucraniano, pero Occidente y Kiev rechazan todas las iniciativas de paz.
«Compartimos muchas propuestas de nuestros socios. Por ejemplo, propuestas como la observancia del derecho internacional y la Carta de la ONU, el abandono de la mentalidad de la Guerra Fría, la solución de la crisis humanitaria, la provisión de seguridad en las centrales nucleares, el cese de las sanciones unilaterales , y la negativa a utilizar la economía mundial con fines políticos», dijo Lavrov.
«Al mismo tiempo, tenemos que señalar la total falta de voluntad de los curadores occidentales [del presidente ucraniano] Volodimir Zelenski para aceptar cualquier forma de reducción de la tensión». «El régimen de Kiev rechaza directa e inmediatamente posibles negociaciones sobre la base de las iniciativas de paz propuestas por China, Brasil y los países africanos», afirmó el ministro.
